Deja el vano llorar del
acordeón,
Un sonido de valse que se
queja
Me despierta la palabra
incierta del ayer mejor.
Paisajito de yuyos y de
olvido
Con tus ruidos de sapos y
el zanjón,
Y en la abierta quietud de
aquella puerta
La mano blanca y muerta que
fue el aldabón.
Llamar los dormidos
detalles
Que sueñan en una tarjeta
postal,
Volcando su harina en la
calle
Nos hace la luna su vieja
señal.
La casa del patio querido
La gente sencilla y el
viejo rosal,
Me devuelven el barrio
perdido
Como una amarilla tarjeta
postal.
Tus caminos, abiertos entre
berros
Con vecinos charlando en un
portón,
Y los grillos, moviendo sus
cencerros
Son recuerdos que regresan
lerdos con el acordeón.
Paisajito de yuyos que yo
añoro
Con el lloro pequeño de
este vals,
En la esquina brumosa que
no existe
Tu voz pequeña y triste me
vuelve a buscar.
Letra : Cátulo
Castillo (Ovidio Cátulo González Castillo)
Música : Sebastián
Piana
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