sábado, 30 de marzo de 2013

Manuel García Ferré

Manuel García Ferré: Un universo pleno de ternura y belleza El gran mundo del dibujante, historietista y animador hispano-argentino: a través de sus personajes en papel y de las películas que le dieron fama.  photo PiPiacuteo_zpsf4f80684.jpg

Alejandro Lerner

Alejandro Lerner Alejandro Lerner nació el 8 de Junio de 1957 y desde muy chico comenzó a tocar el piano y a componer sus primeras canciones. Ya en el colegio participó de distintas formaciones grupales. En 1974 fue descubierto por Raúl Porchetto, quien lo invitó a participar del grupo Reino de Munt, una fugaz pero fructífera experiencia artística. Ese mismo año debutó discográficamente participando como invitado del segundo LP de León Gieco, titulado "La Banda de los caballos cansados”. Ya con 19 años comenzó con su carrera profesional, acompañando a diversos solistas reconocidos y viajó con ellos por toda Argentina. En la década del ‘80 continuó con sus trabajos como músico profesional e integró la banda de acompañamiento de Sandra Mihanovich, quien al interpretar y grabar temas suyos, lo lanzó al reconocimiento masivo. Es 1981 apareció su álbum debut, “Alejandro Lerner”, con temas como "Por un minuto de amor", "La balanza del bien y el mal‘ y "Nena neurótica". Fue presentado en forma oficial en Julio de 1983 en el Estadio Obras de la Ciudad de Buenos Aires, durante 3 funciones que obtuvieron un éxito absoluto en público y crítica. En 1983, registró su segundo larga duración titulado "Todo a pulmón", consagrándose con este nuevo material, como uno de los nuevos autores e interpretes más exitosos de la música argentina. A mediados de 1983, viajó a Estados Unidos para grabar su tercer LP. La aparición del mismo titulado "Lernertres" fue toda una revolución en ese momento. En una época donde todo era rock, él hizo una pausa y editó un disco de baladas. En 1984 compuso la banda de sonido de la película de Alejandro Doria titulada "Los pasajeros del Jardín". La misma fue premiada con "Mención de Honor" como la mejor banda de sonido. Pero no fue esta su única experiencia como compositor de bandas sonoras. Entre varios trabajos estuvieron: "Testigos en cadenas" de Fernando Spiner con la cual obtuvo premio de "Mejor Música" en Yugoslavia y la dirección musical de la Obra de Moliere: "El enfermo imaginario", representada en el Teatro Cervantes de la Ciudad de Buenos Aires. Las bandas de sonido de televisión siempre despertaron su interés, por eso pensó que no era mala idea retomar algunos proyectos y se puso a trabajar con su amigo Sebastián Boresztein en la música de "El Garante", una de las únicas miniseries de suspenso de la TV argentina. Poco antes que la serie se estrenara, recibió un llamado de Adrián Suar (el exitoso actor, productor y empresario) quien le encargó una canción para una tira llamada RRDT. En Abril de 1986 grabó un nuevo LP editado en USA con excelentes músicos argentinos e invitados de real jerarquía: "Algo que decir". Un trabajo compositivo de alto nivel, con canciones simples y directas que habían madurado el tiempo suficiente. El año 1989 fue uno de los años más intensos de su carrera. Por una lado reafirmó su condición de artista popular en Argentina y por otro lado comenzó su lanzamiento internacional. En 1990 grabó su séptimo larga duración titulado "Entrelíneas" y en 1992 registrar su octavo álbum, titulado "Amor infinito", que contó con la producción de Humberto Gatica y que se grabó en Houston y Los Ángeles. El año 1994 se instaló en la Ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos a preparar las maquetas de su nuevo disco, que fue registrado por el ingeniero de grabación Humberto Gatica. Se grabó con los mejores músicos de sesión de la costa oeste de Estados Unidos. En 1999 editaba "20 años", un nuevo compilado con los éxitos de toda su carrera y en Marzo del 2000 cumplió su sueño de hacer una gira de 4 conciertos por Israel, donde fue acompañado por Mercedes Sosa, León Gieco y Víctor Heredia. Desde Israel volvió a los Estados Unidos para grabar el disco "Si quieres saber quien soy". "Lerner Vivo" fue grabado en Buenos Aires, durante las exitosas presentaciones de Alejandro en el Teatro Gran Rex el 24 y 25 de Noviembre del 2001, en donde el intérprete aprovechó la oportunidad para compartir el escenario con algunos de sus compañeros de oficio en símbolo de unidad artística. Entre ellos estuvieron presentes Luciano Pereyra (en "Todo a pulmón"), Fena Della Maggiora ("Si te vas"), Sandra Mihanovich ("La verdadera historia de superman"), Erica García ("No hace falta que lo digas"), David Lebón ("A dónde ir"), Celeste Carballo ("Desconfío de la vida"), Javier Calamaro y David Lebón ("Rutas Argentinas") y Soledad (El poder de los sueños"). Durante el 2002 y 2003 acompañó al guitarrista Carlos Santana en alguna de sus presentaciones. En el último disco del mexicano, Lerner participa con un tema de su autoría a dúo con el músico. En el año 2003 saca a la venta un nuevo disco: "Buen Viaje", disco que incluye el tema "Animales de Costumbres", de la telenovela argentina Costumbres Argentinas que presenta con tres show’s a lleno en el Gran Rex y su primera presentación en el ciclo de grandes recitales CM VIVO, de CM, el Canal de la Música. En Octubre de 2005 cantó para la película animada de Disney "Chicken Little". Lerner grabó tres canciones: "Solo un Desliz" (en inglés); "Ya no sé quien soy" (una adaptación de Lerner de la versión en inglés) y un tema propio titulado "Todos Tenemos a Alguien". En Marzo de 2006 acompañó al mexicano Carlos Santana en el show que éste brindó en el Campo Argentino de Polo de la ciudad de Buenos Aires. En 2006 cumple el sueño de realizar un disco de "Canciones para gente niña" con once canciones infantiles. En 2007 presenta "Enojado", un nuevo álbum que se presenta con el corte "Masomenos (como el culo)", con poca aceptación en la audiencia. En 2011 se edita "En vivo Gran Rex", un show donde Lerner repasó lo mejor de su carrera. Durante el año 2012, Lerner formó parte del jurado del Reality Show "Soñando por Cantar", realizado por la productora Ideas del Sur en todo el país. Compartió estrado con sus colegas Patricia Sosa y Valeria Lynch (además integró el jurado el productor Oscar Mediavilla). El 12 de Noviembre de ese año es distinguido como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por parte de la Legislatura Porteña. En un acto cálido llevado a cabo en el Salón Dorado del Palacio Legislativo, se celebrarán los 30 años de trayectoria de Lerner, con 19 álbumes editados y más de 3 millones de copias vendidas.

jueves, 21 de marzo de 2013

CARTA ABIERTA DE RODOLFO WALSH A LA JUNTA MILITAR

1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años. El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades. El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron. Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo. Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivtas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina. 

2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio.
1 Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados. De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda un ley que fue respetada aún en las cumbres represivas de anteriores dictaduras. La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas.
2 Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido. 3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga. Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras. Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos. Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia,incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam. El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 ó 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos.3 Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y Ios partidos de que aún los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento. Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor.
4 El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno. 4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas.5 Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles" según su autopsia. Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron.6 Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora. En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces dc atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el árbitro justo entre "dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte.8 La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Boliva y Uruguay.
9 La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas. Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de "Prensa Libre" Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales. A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal".10 5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada. En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar11, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales. Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisioncs internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron.13 Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización". Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subtérráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo , el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe. Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido ustedes más afortutunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia. Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar. 6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S.Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete. Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos".14 El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los corruptos". Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideologia que amenaza al ser nacional. Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aún si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán dcsaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas. Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles. Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022 Buenos Aires, 24 de marzo de 1977. 1 Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas incompletas de nuevos detenidos y de "liberados" que en su mayoría no son tales sino procesados que dejan de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres de millares de prisioneros son aún secreto militar y las condiciones para su tortura y posterior fusilamiento permanecen intactas. 2 El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Barreto desnucado de un golpe. Testimonio de una sobreviviente: "Picana en Ios brazos, las manos, los muslos, cerca de Ia boca cada vez que lloraba o rezaba... Cada veinte minutos abrían la puerta y me decían que me iban hacer fiambre con la máquina de sierra que se escuchaba". 3 "Cadena Informativa", mensaje Nro. 4, febrero de 1977. 4 Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en la Cárcel de Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: "El 17 de mayo son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego son fusilados. Se trata de Miguel Angel Mosse, José Svagusa, Diana Fidelman, Luis Verón, Ricardo Yung y Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército. El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este úItimo había sido castigado al punto de que no se podía mantener en pie sufriendo varias fracturas de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento de fuga". 
 5 En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron 63 cadáveres, según los diarios. Una proyección anual da la cifra de 1500. La presunción de que puede ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 la información periodística era incompleta y en el aumento global de la represión después del golpe. Una estimación global verosímil de las muertes producidas por la Junta es la siguiente. Muertos en combate: 600. Fusilados: 1.300. Ejecutados en secreto: 2.000. Varios. 100. Total: 4.000. 
6 Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia Clandestina de Noticias. 
 7 "Programa" dirigido entre julio y diciembre de 1976 por el brigadier Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar. Se usaron transportes Fokker F-27.
 8 El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado por "La Opinión" el 3-10-76 admitió que "el terrorismo de derecha no es tal" sino "un anticuerpo". 
 9 El general Prats, último ministro de Ejército del presidente Allende, muerto por una bomba en setiembre de 1974. Los ex parlamentarios uruguayos Michelini y Gutiérrez Ruiz aparecieron acribillados el 2-5-76. El cadáver del general Torres, ex presidente de Bolivia, apareció el 2-6-76, después que el ministro del Interior y ex jefe de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy, lo acusó de "simular" su secuestro. 
10 Teniente Coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según "La Razón" del 12-6-76. Jefe del Grupo I de Artillería de Ciudadela. Pascarelli es el presunto responsable de 33 fusilamientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de 1977. 
11 Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después la situación se agravó aún más. 
12 Diario "Clarín". 
13 Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en metalúrgicos y navales. 
14 Prensa Libre, 16-12-76.

   photo InspiracionMistDENUBLO2_zpsca772708.jpg

martes, 19 de marzo de 2013

Rodolfo Walsh

Rodolfo Walsh Me llaman Rodolfo Walsh. Cuando chico, ese nombre no terminaba de convencerme: pensaba que no me serviría, por ejemplo, para ser presidente de la República. Mucho después descubrí que podía pronunciarse como dos yambos aliterados (1), y eso me gustó. Nací en Choele-Choel, que quiere decir "corazón de palo". Me ha sido reprochado por varias mujeres. Mi vocación se despertó tempranamente: a los ocho años decidí ser aviador. Por una de esas confusiones, el que la cumplió fue mi hermano. Supongo que a partir de ahí me quedé sin vocación y tuve muchos oficios. El más espectacular: limpiador de ventanas; el más humillante: lavacopas; el más burgués: comerciante de antigüedades; el más secreto: criptógrafo en Cuba. Mi padre era mayordomo de estancia, un transculturado al que los peones mestizos de Río Negro llamaban Huelche. Tuvo tercer grado, pero sabía bolear avestruces y dejar el molde en la cancha de bochas. Su coraje físico sigue pareciéndome casi mitológico. Hablaba con los caballos. Uno lo mató, en 1947, y otro nos dejó como única herencia. Este se llamaba "Mar Negro", y marcaba dieciséis segundos en los trescientos: mucho caballo para ese campo. Pero esta ya era zona de la desgracia, provincia de Buenos Aires. Tengo una hermana monja y dos hijas laicas. Mi madre vivió en medio de cosas que no amaba: el campo, la pobreza. En su implacable resistencia resultó más valerosa, y durable, que mi padre. El mayor disgusto que le causo es no haber terminado mi profesorado en letras. Mis primeros esfuerzos literarios fueron satíricos, cuartetas alusivas a maestros y celadores de sexto grado. Cuando a los diecisiete años dejé el Nacional y entré en una oficina, la inspiración seguía viva, pero había perfeccionado el método: ahora armaba sigilosos acrósticos. La idea más perturbadora de mi adolescencia fue ese chiste idiota de Rilke: Si usted piensa que puede vivir sin escribir, no debe escribir. Mi noviazgo con una muchacha que escribía incomparablemente mejor que yo me redujo a silencio durante cinco años. Mi primer libro fueron tres novelas cortas en el género policial, del que hoy abomino. Lo hice en un mes, sin pensar en la literatura, aunque sí en la diversión y el dinero. Me callé durante cuatro años más, porque no me consideraba a la altura de nadie. Operación masacre cambió mi vida. Haciéndola, comprendí que, además de mis perplejidades íntimas, existía un amenazante mundo exterior. Me fui a Cuba, asistí al nacimiento de un orden nuevo, contradictorio, a veces épico, a veces fastidioso. Volví, completé un nuevo silencio de seis años. En 1964 decidí que de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía. Pero no veo en eso una determinación mística. En realidad, he sido traído y llevado por los tiempos; podría haber sido cualquier cosa, aun ahora hay momentos en que me siento disponible para cualquier aventura, para empezar de nuevo, como tantas veces. En la hipótesis de seguir escribiendo, lo que más necesito es una cuota generosa de tiempo. Soy lento, he tardado quince años en pasar del mero nacionalismo a la izquierda; lustros en aprender a armar un cuento, a sentir la respiración de un texto; sé que me falta mucho para poder decir instantáneamente lo que quiero, en su forma óptima; pienso que la literatura es, entre otras cosas, un avance laborioso a través de la propia estupidez. (1) Unidad métrica compuesta por una sílaba breve (sin acento) y una larga (acentuada). Así, habría que leer Rodólf Fowólsh. Rodolfo Walsh


   photo blendmirascopies_zps1b3aaade.jpg

sábado, 16 de marzo de 2013

Esa mujer

El coronel elogia mi puntualidad: 
-Es puntual como los alemanes -dice. -O como los ingleses.
El coronel tiene apellido alemán. 
Es un hombre corpulento, canoso, de cara ancha, tostada. -He leído sus cosas -propone-. 
Lo felicito. Mientras sirve dos grandes vasos de whisky, me va informando, casualmente, que tiene veinte años de servicios de informaciones, que ha estudiado filosofía y letras, que es un curioso del arte. No subraya nada, simplemente deja establecido el terreno en que podemos operar, una zona vagamente común. Desde el gran ventanal del décimo piso se ve la ciudad en el atardecer, las luces pálidas del río. Desde aquí es fácil amar, siquiera momentáneamente, a Buenos Aires. Pero no es ninguna forma concebible de amor lo que nos ha reunido. 
El coronel busca unos nombres, unos papeles que acaso yo tenga. Yo busco una muerta, un lugar en el mapa. Aún no es una búsqueda, es apenas una fantasía: la clase de fantasía perversa que algunos sospechan que podría ocurrírseme. Algún día (pienso en momentos de ira) iré a buscarla. Ella no significa nada para mí, y sin embargo iré tras el misterio de su muerte, detrás de sus restos que se pudren lentamente en algún remoto cementerio. Si la encuentro, frescas altas olas de cólera, miedo y frustrado amor se alzarán, poderosas vengativas olas, y por un momento ya no me sentiré solo, ya no me sentiré como una arrastrada, amarga, olvidada sombra. 
El coronel sabe dónde está. Se mueve con facilidad en el piso de muebles ampulosos, ornado de marfiles y de bronces, de platos de Meissen y Cantón. Sonrío ante el Jongkind falso, el Fígari dudoso. Pienso en la cara que pondría si le dijera quién fabrica los Jongkind, pero en cambio elogio su whisky. Él bebe con vigor, con salud, con entusiasmo, con alegría, con superioridad, con desprecio. Su cara cambia y cambia, mientras sus manos gordas hacen girar el vaso lentamente. -Esos papeles -dice. Lo miro. -Esa mujer, coronel. Sonríe. -Todo se encadena -filosofa. A un potiche de porcelana de Viena le falta una esquirla en la base. Una lámpara de cristal está rajada. El coronel, con los ojos brumosos y sonriendo, habla de la bomba. -La pusieron en el palier. Creen que yo tengo la culpa. Si supieran lo que he hecho por ellos, esos roñosos. -¿Mucho daño? -pregunto. Me importa un carajo. -Bastante. Mi hija. La he puesto en manos de un psiquiatra. Tiene doce años -dice. El coronel bebe, con ira, con tristeza, con miedo, con remordimiento. Entra su mujer, con dos pocillos de café. -Contale vos, Negra. Ella se va sin contestar; una mujer alta, orgullosa, con un rictus de neurosis. Su desdén queda flotando como una nubecita. -La pobre quedó muy afectada -explica el coronel-. Pero a usted no le importa esto. -¡Cómo no me va a importar!... Oí decir que al capitán N y al mayor X también les ocurrió alguna desgracia después de aquello. El coronel se ríe. -La fantasía popular -dice-. Vea cómo trabaja. Pero en el fondo no inventan nada. No hacen más que repetir. Enciende un Marlboro, deja el paquete a mi alcance sobre la mesa. -Cuénteme cualquier chiste -dice. Pienso. No se me ocurre. -Cuénteme cualquier chiste político, el que quiera, y yo le demostraré que estaba inventado hace veinte años, cincuenta años, un siglo. Que se usó tras la derrota de Sedán, o a propósito de Hindenburg, de Dollfuss, de Badoglio. -¿Y esto? -La tumba de Tutankamón -dice el coronel-. Lord Carnavon. Basura. El coronel se seca la transpiración con la mano gorda y velluda. -Pero el mayor X tuvo un accidente, mató a su mujer. -¿Qué más? -dice, haciendo tintinear el hielo en el vaso. -Le pegó un tiro una madrugada. -La confundió con un ladrón -sonríe el coronel . Esas cosas ocurren. -Pero el capitán N... -Tuvo un choque de automóvil, que lo tiene cualquiera, y más él, que no ve un caballo ensillado cuando se pone en pedo. -¿Y usted, coronel? -Lo mío es distinto -dice-. Me la tienen jurada. Se para, da una vuelta alrededor de la mesa. -Creen que yo tengo la culpa. Esos roñosos no saben lo que yo hice por ellos. Pero algún día se va a escribir la historia. A lo mejor la va a escribir usted. -Me gustaría. -Y yo voy a quedar limpio, yo voy a quedar bien. 
No es que me importe quedar bien con esos roñosos, pero sí ante la historia, ¿comprende? -Ojalá dependa de mí, coronel. -Anduvieron rondando. 
Una noche, uno se animó. Dejó la bomba en el palier y salió corriendo. Mete la mano en una vitrina, saca una figurita de porcelana policromada, una pastora con un cesto de flores. 
-Mire. A la pastora le falta un bracito. -Derby -dice-. Doscientos años. 
La pastora se pierde entre sus dedos repentinamente tiernos. El coronel tiene una mueca de fierro en la cara nocturna, dolorida. 
-¿Por qué creen que usted tiene la culpa? -Porque yo la saqué de donde estaba, eso es cierto, y la llevé donde está ahora, eso también es cierto. 
Pero ellos no saben lo que querían hacer, esos roñosos no saben nada, y no saben que fui yo quien lo impidió. El coronel bebe, con ardor, con orgullo, con fiereza, con elocuencia, con método. -Porque yo he estudiado historia. 
Puedo ver las cosas con perspectiva histórica. Yo he leído a Hegel. -¿Qué querían hacer? -Fondearla en el río, tirarla de un avión, quemarla y arrojar los restos por el inodoro, diluirla en ácido. ¡Cuanta basura tiene que oír uno! Este país está cubierto de basura, uno no sabe de dónde sale tanta basura, pero estamos todos hasta el cogote. -Todos, coronel. Porque en el fondo estamos de acuerdo, ¿no? Ha llegado la hora de destruir. Habría que romper todo. -Y orinarle encima. -Pero sin remordimientos, coronel. Enarbolando alegremente la bomba y la picana. ¡Salud! -digo levantando el vaso. No contesta. Estamos sentados junto al ventanal. 
Las luces del puerto brillan azul mercurio. De a ratos se oyen las bocinas de los automóviles, arrastrándose lejanas como las voces de un sueño. 
El coronel es apenas la mancha gris de su cara sobre la mancha blanca de su camisa. 
 -Esa mujer -le oigo murmurar-. Estaba desnuda en el ataúd y parecía una virgen. 
La piel se le había vuelto transparente. Se veían las metástasis del cáncer, como esos dibujitos que uno hace en una ventanilla mojada... 
Rodolfo Walsh
 Photobucket

viernes, 15 de marzo de 2013

León Gieco

Raúl Alberto Antonio Gieco nació el 20 de noviembre de 1951 en una chacra del norte de Santa Fe. Su familia se muda a Cañada Rosquín, un pueblo cercano, y allí comienza a trabajar a los 8 años. La primera guitarra la compró León con su propio sueldo, en 1959. Comenzó entonces a presentarse en los actos del colegio y en un grupo de folklore, Los Nocheros. Paralelamente, también se integra a Los Moscos, una banda de rock, con la que poco a poco logran cierta popularidad en los pueblos cercanos. Hacían covers de Los Beatles, de los Rolling Stones y del Spencer Davis Group. Finalmente, en 1965, ganan un concurso para presentarse en Canal 5 de Rosario. Llegar a presentarse con un grupo en esa ciudad era más de lo que había esperado. En el verano de 1969 viajó por primera vez a Buenos Aires, con su guitarra al hombro y casi sin dinero. Poco a poco comienza a relacionarse con el mundillo rockero: Litto Nebbia, Tormenta y, sobre todo, Gustavo Santaolalla. Es justamente el guitarrista de Arco Iris quien le consigue algunas presentaciones como telonero de Moris y Pajarito Zaguri. Incluso llegaron a presentarse León, Nebbia, David Lebón, Cacho Lafalce, Gabriel Ranelli, Bernardo Baraj, Claudio Martínez y Diana Lenguanegra, bajo el nombre La Banda de los Ocho. En noviembre del '71 llega la primera presentación grande, en el Festival B.A.Rock II y luego el "Acusticazo" (junio del '72), junto a Nebbia, Lebón, Domingo Cura, Edelmiro Molinari y otros. Allí se registra la primera grabación de "Hombres de Hierro", uno de los temas más famosos de León. En diciembre llega la tercera versión del B.A.Rock y para marzo del '73 sale a la calle el primer disco, que había sido grabado como producción independiente con Santaolalla a lo largo de dos años. El tema de difusión es "En el país de la libertad". Poco a poco va logrando cierta difusión y se lo comienza a nombrar como "el Bob Dylan argentino". León arma La Banda de los Caballos Cansados, con el objetivo de tocar en vivo las canciones del disco: Rubén Batán (bajo), Vicente Busso (batería), Rodolfo Gorosito (guitarra). "La Banda de los Caballos Cansados" (1974) es el título de su segundo álbum, que sigue la línea progresiva-folklórica del primero. Su forma de expresión es directa, casi osada. Y explica: «fue la música la que despertó en mí el interés por entender el destino de los pueblos, el por qué de las injusticias. De ahí en adelante traté de reflejar, con el máximo de honestidad, mis propias preguntas, mis propias salidas y hasta mis propias angustias. Seguiré siendo músico y recorreré todos los lugares que pueda para cantarle a la gente como me sea posible». Así fue. Para la minigira presentación del segundo disco Alfredo Toth y Oscar Moro se incorporan en el bajo y la batería, respectivamente. Paralelamente, se armó un supergrupo del folk acústico: PorSuiGieco, con Raúl Porchetto, Charly García, Nito Mestre y María Rosa Yorio. Sin ningún repertorio ensayado, sino más bien improvisando, salieron a tocar en teatros capitalinos los temas más conocidos de ellos como solistas. Tuvieron gran éxito y registraron un únido disco, que salió a la venta recién en 1976. Medio a la fuerza, por la nueva separación de su banda de apoyo, León sale a tocar solo con su guitarra y su armónica. Tenía un contrato firmado para dos shows, pero no tenía con quién tocar: «me enojé bastante y fui un poco a la fuerza, porque pensaba que me iba a salir mal. (...) Y resulta que hice dos shows impresionantes, el público hacía un silencio total (...) Con el público se entabló una relación totalmente distinta y me escuchaban como nunca antes. Entonces me empezó a gustar tocar solo» (O.Finkelstein, pág 48). Muchas trabas por parte de la censura tuvo que sortear para poder sacar su tercer LP: "El fantasma de Canterville" (1976), al punto de tener que modificar la la letra de seis temas y directamente eliminar otros tres ("La historia esta", "Tema de los mosquitos" y "Las dulces promesas"). Pese a todo, el material es muy bien recibido. León continúa con las giras por el interior, hasta que se aventura a Latinoamérica, a comienzos de 1978. Escapando de la censura, se redica por un año en Los Angeles. Del "IV LP" (1978) sobresalen "Cachito, campeón de Corrientes" y "Sólo le pido a Dios", el otro himno de Gieco, junto a "Hombres de hierro". En realidad, León no estaba muy convencido de incluir este tema, que lo encontraba "aburrido y monótono", pero finalmente siguió el consejo de Charly García, y a partir de ese entonces, León lo canta para cerrar sus shows. En abril de 1981 se presenta en Obras por primera vez en la Capital Federal "sólo con su guitarra, su armónica, su charango y su voz". Es el lanzamiento oficial del disco recopilación "Siete años" (1980), shows en los que también adelantó canciones de su siguiente LP, "Pensar en nada" (1981). Es en 1981 cuando comienza su inmensa gira nacional que le demandará en total tres años. «Pensábamos que no podíamos depender de los managers del interior, porque de esta manera se podía desvirtuar el proyecto. Fue entonces que se nos ocurrió la idea de convocar a los estudiantes secundarios para que nos organicen los conciertos. No tenían que pagarnos por el show, sino garantizarnos la estadía (alojamiento y comidas) y de esta manera funcionábamos como socios: ellos se llevaban el 30 por ciento de la recaudación y nosotros el setenta. Por estas características de producción, nuestro contacto con la gente era mucho más directo e intenso que en otra situación» (O.Finkelstein, pág 72). En total, fueron 450 presentaciones en todas las provincias argentinas y 110.000 kilómetros recorridos, para cantar frente a alrededor de 420.000 personas. Al terminar la travesía, decidió llevar al disco todos los ritmos característicos con los cuales se topó. Esta fue, sin dudas, su obra más importante, aunque no contó con la difusión acorde. Bautizada "De Ushuaia a La Quiaca", es ni más ni menos que el mapa musical argentino. Tres discos fueron editados con este material, en el cual participaron, entre otros, Leda Valladares, Gustavo Santaolalla, Cuchi Leguizamón y Sixto Palavecino. Para el primero de los discos (1985) se trajo a los artistas a Buenos Aires, pero los otros dos volúmenes (1986) fueron registrados en un estudio móvil de 16 canales en los lugares de origen de los artistas. La edición de "De Ushuahia a la Quiaca" no sólo marcó un hito en sí, sino que marcó un camino en la producción alternativa, en que el objeto está lejos de "hacer dinero". Todo quedó registrado, además, en 40 horas de grabación en video. Bajo el título de "El Gran Concierto" se organizó en diciembre de 1984 un show con León, Mercedes Sosa y Milton Nascimento, en Ferro. Gieco, en pleno proceso de creación para "De Ushuaia a La Quiaca" no tenía banda soporte y, por eso, lleva al escenario a Sixto Palavecino, Peteco Carbajal, Santaolalla y varios otros músicos desconocidos del folklore del interior. A mediados del año siguiente participa del XII Festival Mundial de la Juventud, organizado en Moscú. En él también tocan Juan Carlos Baglietto y Litto Nebbia, en representación de Argentina. También salió de gira por Alemania, acompañando a Mercedes Sosa, para retornar a Argentina en una nueva gira nacional que lo mantuvo ocupado durante todo el '86. En 1987, León realizó otra gira por Alemania, que contó con 9 fechas y la cual tuvo su climax al presentarse en el Festival de la Canción Política de Berlín. A su regreso, se presenta ante 40.000 personas en el Monumento a la Bandera de Rosario y, al día siguiente, reune a 35.000 espectadores para otro concierto gratuito en Barrancas de Belgrano. El estadio de Boca es escenario del show que brindan León, Pablo Milanés y Chico Buarque, con invitados como Mercedes Sosa, Fito Páez, Nito Mestre, Baglietto y Sixto Palavecino, ante 20.000 personas. Para fin de año organiza una gira mundial, que lo lleva a países tan dispares como México, Costa Rica, Venezuela, Bolivia, Brasil, Perú, Suecia, Alemania y Dinamarca. Sin dudas, León ya es un artista internacional. Esto se confirma en el '88 con otra exitosa gira por Alemania y Austria, de tres meses de duración. Otra presentación importante para León fue el cierre de la gira de Amnesty International, en el estadio de River Plate, en octubre de 1988, junto a Charly García, Peter Gabriel, Bruce Springsteen, Sting y otros. Cantó solamente dos temas: "Hombres de hierro" y "Sólo le pido a Dios", ambos coreados por los 70.000 espectadores presentes. "Semillas del corazón" (1989) marca el retorno a los estudios de grabación "convencionales", tras ocho años de giras. Fue realizado como una producción independiente y grabó con Sandro el tema "Mi amigo". En agosto del '89 se presentó junto al legendario exponente del folk norteamericano Pete Seeger, en el teatro Opera, y este material se editó bajo el nombre de "Concierto en vivo" (1990). Al año siguiente, Seeger lo invitó para presentarse juntos en Washington, Boston y New York. A las funciones de la capital norteamericana se sumó David Byrne (de Talking Heads), que había conocido a Gieco en su visita a Buenos Aires, unos meses atrás. En diciembre de 1992 es invitado a tocar en al inauguración del Parlamento Latinoamericano en San Pablo, junto a Milton Nascimento, Mercedes Sosa, Os Paralamas do Sucesso, Gilberto Gil y Rubén Rada. Para esa época salió a la venta "Mensajes del alma", el primer disco que León graba para la EMI-Odeón. El corte de difusión es "Los Salieris de Charly", que impulsa una buena venta del álbum. Hacia fines de 1994 edita "Desenchufado", una ironía a la tendencia mundial impuesta por la MTV norteamericana de los Unplugged. En este caso se trató de un formidable re-make de los clásicos de León, entre ellos "El fantasma de Canterville", compuesto por Charly García para el cantautor. La presentación de este disco en la Capital fue recién a fines de 1995, con Nito Mestre, Rodolfo García, Oscar Moro y los ex Oveja Negra como invitados. "Orozco" (1997) sorprendió con el hit bailable homónimo, cuya letra no contiene otra vocal que la "o". Sin embargo, detrás de ese tema, se esconden canciones de calidad muy superior: "Alas de tango" o "El embudo", un homenaje a la Patagonia para la cual prestaron sus voces Mercedes Sosa, Ricardo Mollo (de Divididos), Santaolalla, Ricardo Iorio (ex-Almafuerte y Hermética), Chizzo (La Renga), entre otros. En octubre del '97 abrió el show en homenaje a los veinte años de las Madres de Plaza de Mayo, junto a Divididos, Las Pelotas, La Renga, Los Piojos, Todos Tus Muertos, A.N.I.M.A.L., Attaque '77, Actitud María Marta, entre otros. "Bandidos rurales" (2001) arrasó con temas como "De igual a igual", "Bandidos rurales" y "Las madres del amor". Se trata de un álbum con numeroso artistas invitados como Charly García, Nito Mestre, Chizzo Nápoli (La Renga) y Victor Heredia, entre otros. Por este trabajo, Gieco obtuvo el Premio Gardel a Mejor Artista Masculino de Rock y Mejor Diseño de Portada. "El vivo de León" es un disco y un DVD que fueron registrados en los shows de octubre del 2003 en el Luna Park. En junio del 2004 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, en un acto al que asistieron Madres de Plaza de Mayo, organismos de derechos humanos, autoridades de la ciudad, familiares del homenajeado, artistas como Ariel Ramírez, Abel Pintos (ahijado artístico de León), Horacio Fontova y Piero. A comienzos del 2005 se reeditó "De Ushuaia a La Quiaca", la obra maestra de León, en un CD cuádruple con tracks multimedia que contienen fotos, bonus tracks, material periodístico e información adicional. "Por favor, perdón y gracias" (2005) incluyó "El ángel de la bicicleta", un tema que cuenta la historia de Claudio "Pocho Hormiga" Leprati, asesinado en diciembre del 2001 por evitar que la policía baleara un comedor infantil en Rosario. También "Santa Tejerina", sobre una adolescente que quedó embarazada por una violación y que fue condenada por matar a su bebé. Pero la mayor polémica surgió a raíz de "Un minuto", un dúo con el Pato Fontanet, líder de Callejeros, en el primer gesto de apoyo luego de la tragedia de Cromañón. Otros invitados con los que cuenta el disco son Jimmy Johnson, Gustavo Santaolalla, Rubén Albarrán, David Kemper, Gustavo Cordera, Dean Parks, Andrés Ciro Martínez y Daniel Melingo. "15 años de Mi" (2006) es el repaso de la carrera de León en el sello EMI, desde 1991 al 2006. Además, incluye tres bonus tracks: una canción compuesta para la película "Iluminados por el fuego", de Tristán Bauer, una versión en vivo de "Todos los caballos blancos", grabada en el Teatro Ópera, y la ínedita "El surco". La versión en DVD incluyó todos sus video clips, bonus, momentos especiales junto a otros artistas, entrevistas, backstage de la grabación de algunos discos y fotos. Esos clásicos fueron regrabados en clave metalera en un proyecto junto a Andrés Giménez, de D-Mente. "Un León D-Mente" resultó además parte central del show de León durante varios años, recorriendo el país mezclando el folklore con el nuevo sonido de su obra. Gieco lideró el trabajo documental "Mundo alas", que incluyó un disco, una película, un libro y varios episodios para la televisión pública, en el cual varios artistas discapacitados de diversas disciplinas viajan por Argentina mostrando su arte.

martes, 12 de marzo de 2013

Cafetín de Buenos Aires



De chiquilín te miraba de afuera
como a esas cosas que nunca se alcanzan...
La ñata contra el vidrio,
en un azul de frío,
que sólo fue después viviendo
igual al mío...
Como una escuela de todas las cosas,
ya de muchacho me diste entre asombros:
el cigarrillo,
la fe en mis sueños
y una esperanza de amor.

Cómo olvidarte en esta queja,
cafetín de Buenos Aires,
si sos lo único en la vida
que se pareció a mi vieja...
En tu mezcla milagrosa
de sabihondos y suicidas,
yo aprendí filosofía... dados... timba...
y la poesía cruel
de no pensar más en mí.

Me diste en oro un puñado de amigos,
que son los mismos que alientan mis horas:
(José, el de la quimera...
Marcial, que aún cree y espera...
y el flaco Abel que se nos fue
pero aún me guía....).
Sobre tus mesas que nunca preguntan
lloré una tarde el primer desengaño,
nací a las penas,
bebí mis años
y me entregué sin luchar.

Tango 1948
Música: Mariano Mores
Letra: Enrique Santos Discepolo
Photobucket

domingo, 10 de marzo de 2013

Malevaje

Decí, por Dios, ¿qué me has dao,
que estoy tan cambiao,
no sé más quien soy?
El malevaje extrañao,
me mira sin comprender...
Me ve perdiendo el cartel
de guapo que ayer
brillaba en la acción...
¿No ves que estoy embretao,
vencido y maniao
en tu corazón?
Te vi pasar tangueando altanera
con un compás tan hondo y sensual
que no fue más que verte y perder
la fe, el coraje,
el ansia ’e guapear.
No me has dejao ni el pucho en la oreja
de aquel pasao malevo y feroz...
¡Ya no me falta pa’ completar
más que ir a misa e hincarme a rezar!
Ayer, de miedo a matar,
en vez de pelear
me puse a correr...
Me vi a la sombra o finao;
pensé en no verte y temblé...
¡Si yo, -que nunca aflojé-
de noche angustiao
me encierro a yorar!...
Decí, por Dios, ¿qué me has dao,
que estoy tan cambiao,
no sé más quien soy?

Tango de 1929. 
Letra de Enrique Santos Discépolo y música de Juan de Dios Filiberto.
Photobucket

sábado, 9 de marzo de 2013

Cambalache

Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados.

Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.

¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.

Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley... 
Letra y música de Enrique Santos Discépolo (1935) 
Photobucket

jueves, 7 de marzo de 2013

Andrés Calamaro

 

Andrés Calamaro (22/08/61) aprendió a tocar el bandoneón a los 8 años y a los 17 ya tocaba los teclados en el grupo de candombe-rock Raíces, con quienes debutó discográficamente. Tras un fugaz paso por la Elmer Band, se incorporó a Los Abuelos de la Nada, la agrupación de Miguel Abuelo que grabó cinco discos entre 1982 y 1986. Compuso dos de los hits más destacados de la banda: "Mil horas" y "Sin gamulán". Paralelamente a sus actividades "oficiales", Calamaro integró infinidad de grupos, siempre en calidad de invitado. Participó en La Ray Milliand Band (con Pipo «Látex» Cipolatti, Daniel Melingo, Miguel Zavalata, Hilda Lizarazu y Fabián Von Quintiero), Los Zodíaco y Comida China (con Rafael Bini, Tom Lupo, Chiche Alberti, Willy Crook, Fabián Von Quintiero, Miguel Zabaleta, Hilda Lizarazu, Fabiana Cantilo y Rinaldo Raffanelli). En 1984 hizo su debut solista, con "Hotel Calamaro". La producción de algunos temas estuvo a cargo de Charly García y Fito Páez participó de algunas sesiones, ya que estaba grabando su LP "Del '63" en el mismo estudio. Duramente criticado por la prensa, este disco fue casi ignorado por el público. Sin embargo, con el tiempo, sobrevivieron "Fabio Zerpa tiene razón" y "Otro amor en Avellaneda". En 1985 integró Las Ligas, la banda que acompañaba a Charly García y registró "Vida cruel", con Fernando Samalea (batería) , Richard Coleman y Gringui Herrera (guitarras), Fabián Von Quintiero (teclados) y el Flaco Spinetta como invitado. Su tercer disco solista, "Por mirarte" (1987) no tuvo demasiada repercusión, aunque se destacan el tema homónimo y el cover de "Johnny B. Goode", el clásico rock and roll de Chuck Berry. Mismo destino sufrió el cuarto álbum, "Nadie sale vivo de aquí" (1989), pese a la buena crítica de los medios. Ya por entonces tenía una banda estable: Ariel Rot (guitarra), Gringui Herrera (guitarra), El Alemán Schanzenbach (bajo), Ricardo González (batería) y Jordi Polanuer (saxo). Previamente había trabajado en la producción de los discos de Don Cornelio y la Zona, Los Enanitos Verdes y Los Fabulosos Cadillacs. En septiembre de 1991 emigró a España, en donde fundó la banda Los Rodríguez, junto a Ariel Rot, Julián Infante y Germán Vilella. Con este grupo hispanoargentino grabó cuatro placas y consiguió mayor éxito con "Sin Documentos" (1993). Paralelamente, continuó con su carrera solista: "Grabaciones encontradas" ("Volumen 1" en 1993 y "Volumen 2" en el '94), presentadas en The Roxy junto a Gringui Herrera y Willy Crook, más los invitados especiales: su hermano Javier, Charly García, Mariano Mores. En esta placa se incluye uno de los hits más importantes del verano '94: "No se puede vivir del amor". En 1995 compuso la banda de sonido de dos películas nacionales: "Caballos salvajes" (segundo trabajo de Marcelo Piñeyro tras su popular "Tango Feroz") y "1000 boomerangs" (opera prima de Mariano Galperín). Participó del álbum "Chiapas", a beneficio de los indígenas de ese estado mexicano, para el cual grabó el tema "Media Verónica" y regresó a los discos solista con "Alta Suciedad" (1997). Este trabajo, producido por Joe Blaney, incluye otros temas como "Flaca", y "Loco", llegando a ser considerado en España como uno de los discos más importantes del rock en español. "Honestidad brutal" es un álbum doble del '99, que tiene más crudeza que los anteriores. "El día de la mujer mundial" o "Paloma" e incluso el reciclado "Los aviones" son muestras de ello. La hiperproductividad habitual de Calamaro se plasmó en el 2000 con su disco quíntuple "El salmón" (del cual por cuestiones comerciales también se editó un highlight). El material es un rejunte de grabaciones registradas en su estudio casero, algunas de ellas retocadas luego para su edición. Varios años de silencio pasaron antes de su siguiente disco. Calamaro publicó varios temas inéditos y out-takes en internet, pese a la presión de la industria discográfica en contra del mp3. Pero en el 2004 se despachó con "El cantante", un disco casi acústico de canciones clásicas del repertorio latinoamericano y tres canciones propias. También en "Tinta roja" realiza una selección de otros autores, en este caso tangueros. Entremedio de esos discos, Andrés regresó a Argentina para presentarse acompañado La Bersuit. Este show, documentado en "El regreso", fue una reedición en vivo de clásicos recientes. Con "El palacio de las flores" no concretó un retorno masivo como podría imaginarse, sino algo mucho más artesanal, trabajando junto a Litto Nebbia. El single de difusión fue "Corazón en venta". Ese gran retorno fue, efectivamente, con "La lengua popular", una colección de doce canciones que incluyen el sello de Calamaro: estribillos, poesía, letras finas, ironía, mezcla de ritmos. Sin dudas, uno de los discos más importantes del año. En 2009, la abundancia creativa de Calamaro superó lo conseguido con "El salmón": "Andrés, obras incompletas" es un box-set de seis discos, dos DVDs y un libro, que incluyen recopilaciones, inéditos y rarezas seleccionados personalmente por el propio autor. Entre las 108 canciones sobresalen "Las cosas que me ayudan a olvidar", que había quedado afuera de discos anteriores; "Rock de la mujer perdida", cover de Los Gatos; "Bachicha", el corte difusión; "Desconfío", de Pappo; y "De la lluvia", un inédito de 1996. También se publicó una edición acotada, de tan sólo 18 temas.

domingo, 3 de marzo de 2013

SILUETA PORTEÑA (Milonga)

Cuando tu pasas caminando por las tardes,
repiqueteando tu taquito en la vereda,
marcas compases de cadencias melodiosas
de una milonga juguetona y callejera.
Y en tus vaivenes pareciera la bailaras,
así te miren y te miren los que quieran,
porque tu llevas en tu cuerpo la arrogancia
y el majestuoso ondular de los porteños.

Tardecita criolla, de límpido cielo,
bordado de nubes, llevas en tu pelo.
Vinchita arge ntina que es todo tu orgullo...
 Ay  cuánto sol tienen esos ojos tuyos!

Y los piropos que te dicen los muchachos,
como florcitas que a tu paso te ofrecieran
que las recoges y que enredas en tu pelo,
junto a la vincha con que adornas tu cabeza.
Dice tu cuerpo tu arrogancia y tu cadencia
y tus taquitos provocando en la vereda:
Sos el espiritu criollo hecho silueta
y te coronan la más guapa y más porteña.



Letra de Orlan Daniel (Orlando Daniello)
Letra de Ernesto Noli
Musica de Juan Ventura
Musica de Nicolás Luis Cuccaro
Compuesto en el año 1936

 

Photobucket

sábado, 2 de marzo de 2013

Mi Buenos Aires Querido

Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver,
no habrá más penas ni olvido.

El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su inquieta lucecita yo la vi
a mi pebeta luminosa como un sol.

Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
oigo la queja de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón.

Mi Buenos Aires, tierra florida
donde mi vida terminaré.

Bajo tu amparo no hay desengaño
vuelan los años, se olvida el dolor.

En caravana los recuerdos pasan
como una estela dulce de emoción,
quiero que sepas que al evocarte
se van las penas del corazón.

Las ventanitas de mis calles de Arrabal,
donde sonríe una muchachita en flor;
quiero de nuevo yo volver a contemplar
aquellos ojos que acarician al mirar.

En la cortada más maleva una canción,
dice su ruego de coraje y de pasión;
una promesa y un suspirar
borró una lágrima de pena aquel cantar.

Mi Buenos Aires querido....
cuando yo te vuelva a ver...
no habrá más penas ni olvido...



Música: Carlos Gardel

Letra: Alfredo Le Pera

Photobucket

viernes, 1 de marzo de 2013

La canción de Buenos Aires

Buenos Aires, cuando lejos me vi
sólo hallaba consuelo
en las notas de un tango dulzón
que lloraba el bandoneón.
Buenos Aires, suspirando por ti
bajo el sol de otro cielo,
cuando lloró mi corazón
escuchando tu nostálgica canción.

Canción maleva, canción de Buenos Aires,
hay algo en tus entrañas que vive y que perdura,
canción maleva, lamento de amargura,
sonrisa de esperanza, sollozo de pasión.
Este es el tango, canción de Buenos Aires,
nacido en el suburbio, que hoy reina en todo el mundo;
este es el tango que llevo muy profundo,
clavado en lo más hondo del criollo corazón.

Buenos Aires, donde el tango nació,
tierra mía querida,
yo quisiera poderte ofrendar
toda el alma en mi cantar.
Y le pido a mi destino el favor
de que al fin de mi vida
oiga el llorar del bandoneón,
entonando tu nostálgica canción.


 Música: Orestes Cúfaro / Azucena Maizani  
Letra: Manuel Romero

 Photobucket
 
Subir Bajar