domingo, 29 de abril de 2012

Attaque 77

Attaque 77 es una banda de punk rock, formada en Buenos Aires, Argentina en 1987. Sus integrantes son Mariano Martínez, Leonardo De Cecco y Luciano Scaglione. El líder del grupo, Ciro Pertusi, abandona la banda. Finalmente con sus tres miembros, se embarca para dar un concierto en Quito, Ecuador, lugar donde nunca lo habían hecho antes. La banda fue la principal atracción del Festival Rock N´ Quito 09, producido por los organizadores del Cosquin Rock que se realiza cada año en Argentina. Aunque hubo ciertos problemas con el sonido a lo largo del festival, al momento que Attaque 77 subió al escenario de la plaza de toros Quito, estos problemas fueron solucionados en su mayoría y la banda brindó un espectáculo lleno de energía y emotividad a las más de mil personas que asistieron. La banda recorrió gran parte de su trayectoria en un concierto de más de 24 canciones y más de una hora y media de duración. Cabe destacar que las bandas que telonearon a Attaque 77 en el Rock N´ Quito fueron las también argentinas Hammer y Todos Tus Muertos, a estos últimos de hecho dedicaron la canción "Donde las águilas se atreven". El 21 de noviembre de 2009 la banda presentó Estallar en el Luna Park de Buenos Aires, ante más de 5.000 personas.1 El show se ubicó en el primer puesto entre los de mayor asistencia durante esas semanas en dicho estadio. El 24 de Octubre del 2010 Attaque 77 participó en el concierto de Green Day en Chile, en el "Estadio Bicentenario", como teloneros. El 24 de Noviembre 2011 Mariano, Leo y Luciano, mas musicos invitados de lujo, se presentaron a grabar un show acústico por primera vez en su carrera y para tal desafío eligieron el historico y prestigioso Teatro Ópera, en la Av. Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires. El grupo brindó un show emocionante que quedó registrado en un álbum que saldría en Mayo del año 2012.

viernes, 27 de abril de 2012

Con las alas del alma

Con las alas del alma desplegadas al viento,
 desentraño la esencia de mi propia existencia 
sin desfallecimiento, 
y me digo que puedo como en una constante 
y me muero de miedo, pero sigo adelante. 
Con las alas del alma desplegadas al viento, 
porque aprecio la vida en su justa medida 
al amor lo reinvento, 
y al vivir cada instante y al gozar cada intento, 
sé que alcanzo lo grande, 
con las alas del alma desplegadas al viento. 
Con las alas del alma desplegadas al viento, 
más allá del asombro 
me levanto entre escombros sin perder el aliento 
y me voy de las sombras con algún filamento 
y me subo a la alfombra con la magia de un cuento. 
Con las alas del alma desplegadas al viento, 
atesoro lo humano cuando tiendo las manos 
a favor del encuentro por la cosa más pura, 
con la cual me alimento por mi pan de ternura, 
con las alas del alma desplegadas al viento. 
Con las alas del alma desplegadas al viento, 
ante cada noticia de estupor, de injusticia, 
me desangro por dentro y me duele la gente, 
su dolor, sus heridas, porque así solamente interpreto la vida. 
Con las alas del alma desplegadas al viento, 
más allá de la historia, de las vidas sin gloria, 
sin honor ni sustento guardaré del que escribe 
su mejor pensamiento quiero amar a quien vive 
con las alas del alma desplegadas al viento, 
 al viento, al viento... Eladia Blázquez


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miércoles, 25 de abril de 2012

Te llaman Soledad

La casa sin tu sombra, se me llenó de sombras...
 La flor del jazminero no quiere perfumar. 
Y todo es un silencio que sin quererte nombra
 ¡Y todo es una angustia que dice Soledad! 
Recorro aquellas cosas que acariciaste tanto, 
con esas tibias manos que ya no tengo más... 
Si todo en esta casa conoce mi quebranto 
¡Si todo en esta casa se llama Soledad! ¡Soledad!... 
Quién me haya puesto el nombre no sabía lo que hacía. 
¡Soledad!... ¡Yo reniego de tu amor y de mi nombre que me ha dado más que soledad! 
¡Soledad!... Que nunca quedes preso de un cariño que te trate sin lealtad. 
Porque puede que conozcas mi tristeza ésa de mi nombre, ¡Soledad! 
Mi sueño ya no sueña que vuelvas a mis brazos,
ni espera oir tus pasos temblando de ansiedad. 
Si en esta casa, sólo me queda... acaso... 
El eco de mi nombre, diciendo ¡soledad! 

 Eladia Blázquez


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martes, 24 de abril de 2012

Honrar la vida

Nó...! Permanecer y transcurrir
no es es perdurar, no es existir,
ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser
tanta conciencia sin saber,
adormecida...
Merecer la vida, no es callar y consentir
tantas injusticias repetidas...
Es una virtud, es dignidad
y es la actitud de identidad
más difinida!
Eso de durar y transcurrir
no nos dá derecho a presumir,
porque no es lo mismo que vivir
honrar la vida!

Nó...! Permanecer y transcurrir

no siempre quiere sugerir
honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra tonta humanidad
enceguecida.
Merecer la vida es erguirse vertical
más allá del mal, de las caídas...
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
la bienvenida!
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir
porque no es lo mismo que vivir
honrar la vida!

(Eladia Blázquez)


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lunes, 23 de abril de 2012

Miranda



Miranda es una banda argentina de techno. El nombre Miranda es un homenaje al actor argentino Osvaldo Miranda.
Miranda! se formó el 27 de julio de 2001 por los cantantes Alejandro Sergi y Juliana Gattas, el guitarrista Leandro Fuentes (Lolo) y el programador Bruno de Vincenti. La banda debutó en los escenarios bailando topless en julio de 2001, y luego de una primera temporada en la que se presentó en recitales de propuestas independientes y fiestas electrónicas, Miranda! consiguió el 3º puesto en el rubro Revelación 2002 de la encuesta anual de la revista Rolling Stone y fue uno de los candidatos al Premio Clarín 2002, del rubro espectáculo, en la categoría "Música Rock Revelación". Otra de las condecoraciones que consiguió en ese primer año fue que el guitarrista de Soda Stereo, Gustavo Cerati, votó a la canción "Imán" como la mejor del año en la encuesta del Suplemento de Clarín.

En junio de 2011, coincidiendo con su décimo aniversario, el grupo reveló el nombre de su siguiente álbum: "Magistral" y enseguida comenzaron a promocionarlo con el primer single titulado "Ya lo sabía".
Sitio oficial http://www.esmirandamiamor.com/

viernes, 20 de abril de 2012

Maestras Argentinas: Clara Dezcurra III

Josefa Paz de Hurlingam invita a Clara a tomar chocolate en su casa de la bajada del Marquesado. Recibe en una sala solariega desde donde se ve el patio interno de la casa, impregnado con un perfume fresco a magnolias, glicinas y santarritas. Hay un jardín, también, con lilas del lugar y patos criollos. Una morena carabalí sirve el chocolate en bandeja cubierta con una mantilla bordada por la misma señora Josefa. Josefa le cuenta a Clara, animosa, que en el colegio adonde va su hija, en clase de Habla Castellana le pidieron una composición sobre el tema "La Vaca". Josefa cuenta esto con risa amable y, cada tanto, se toca el ñandutí de su pechera impecable.
Clara no tiene tiempo ni de alegrarse. A la noche siguiente, una frágil figura desciende de una calesa frente a su escuela, siendo de inmediato rodeada por perros coléricos y becerros supervivientes. El nocturno visitante es don Benito Agudo Ersilbengoa, mano derecha del nuncio apostólico y amanuense del alguacil Ordóñez. "Hemos recibido las quejas de Monseñor Brizuela --comunica a Clara Dezcura-- con respecto al tipo de temas que uted está haciendo escribir a sus alumnos."
Clara conoce bien a monseñor Bizuela. Se corren muchos rumores en torno a su persona. Se decía de él que a su arribo a nuestras costas, cuatro años atrás, era un hombre afable y comprensivo. Pero que había sufrido un doloroso accidente durante las invasiones británicas, cuando transportaba trabajosamente un pilón con aciete hirviendo. Aquella desgracia, se comenta ahora, ha dado origen a la sabrosa fritura de pastelería puesta en boga por todos los panaderos: la "bola de fraile".
"Es indigno --continúa don Benito Agudo Arsilbengoa-- que nuestros guardias federales, nuestros soldados, sean obligados a escribir sobre un tema tan poco épico y glorioso como el que usted les impone."
Clara comprende que ha llegado el momento de defender sus convicciones. Escribe a Sarmiento explicando su postura y la ventaja de educar a sus alumnos a partir de vivencias que a ellos le sean familiares. Seis meses después, puntualmente, recibe la contestación. Y de allí en más, día a día, irá recibiendo cartas del maestro sanjuanino. Sarmiento no falta un solo día al Correo. Algunas de sus cartas, no todas, muestran sobre el pergamino largos trazos de un pegote blancuzco, como si alguien hubiese moqueado sobre ellos. Clara deduce que Sarmiento las ha escrito bajo su histórica higuera, buscando aislarse, tal vez, de los rayos solares.
"No me opongo a que usted trabaje sobre 'La Vaca' --le dice el autor de Facundo-- en lugar de hacerlo sobre el modelo francés. Habrá un día, solo Dios puede saberlo, en que nuestro país se quitará de encima la influencia europea, y quizás entonces usted será considerada una precursora. Pero déjeme sugerirle otra variante; ya que el debate se ha instalado en torno a si es conveniente o no gastar papel, tinta e ingenio sobre un animal tan rasposo y de índole infeliz como la vaca le propongo que sus composiciones sean sobre otro animal todavía más cercano y afín a nuestra tradición libertaria como el caballo. Más de uno de nuestros centauros, que regaron con su sangre generosa el suelo americano, sabrá agradecérselo."
Clara lo piensa. Supone, con su intuición de maestra, que el del caballo puede ser un paso posterior. Incluso no deja de lado la gallina, con su doméstica convivencia. Pero la cercanía de los corrales, la vital actividad del matadero y, fundamentalmente, la creciente importancia del ganado vacuno en la suerte de nuestra economía, la deciden a continuar con el plano trazado.
Es febrero de 1845 y el formidable estío de Buenos Aires embalsama la brisa con aromas fuertes. Clara ha recibido el paso del aguatero llenando dos odres grandes para sus muchachos. La composición-tipo "La Vaca" se emplea ya en casi todos los establecimientos educacionales de la ciudad. Hasta las familias patricias que contratan institutrices británicas han encontrado pertinente el uso de la redacción impuesta por Clara Dezcurra. Sentada sobre una rueda de carro, Clara observa el patio a través de la puerta del salón. El calor del día ha exacerbado el olor a bosta y escucha las risotadas de sus chicos disfrutando el momento plácido del recreo. Se oye el punteo de alguna guitarra, alguna relación intencionada, el repique constante de un tamboril. De pronto alguien grita, hay un revuelo. Clara presta atención, inquieta. Sus muchachos son buenos, pero si se los vigila son mejores. Escucha un violín y se estremece. Son los sones de la "refalosa", la danza con que los mazorqueros acompañan los saltos despatarrados de sus víctimas cuando resbalan sobre su propia sangre. Clara se levanta y sale a ver qué pasa. Pero, en este caso, la víctima ya ha caído sobre el patio de la escuela. Es Juan José Lozada, el joven unitario de las patillas en "U". Lo han degollado. Ante la pregunta enérgica de Clara, nadie dice saber nada, nadie dice conocer a los asesinos. Pero hay risas torvas, sofocadas. El grupo de mazorqueros se aleja un tanto, empujándose unos a otros, como sorprendidos o avergonzados por la reprimenda.
Clara escribe a Juana, el 24 de febrero de ese año. "Los eché a todos. No me importa, Juana, que sean mazorqueros, hombres del Restaurador de las Leyes o lo que sea. Hoy degüellan a un compañero y mañana pueden llegar a hacer cosas peores. A estas situaciones hay que cortarlas de raíz, antes que pasen a mayores." Entre los expulsados de la escuela está el sargento federal Anacleto Medina, héroe de Cepeda.
Clara estudia al jinete que ha llegado hasta su escuela. Ella estaba calentando agua en la pava de latón peruano para prepararse un caldo, cuando escuchó el galope. El hombre es un soldado de Rosas y le estira en la mano, un rollo de papel sujeto con una cinta: por supuesto, punzó. Clara desenrolla el mensaje y lee el texto. La trasladan. Ha estado dando clase durante siete años en un tinglado con piso de tierra que, durante el día, hacía las veces de frigorífico clandestino. A pocas varas del matadero de reses y del solar donde se envenenan los cueros. Alumbrándose con velas de grasa. Educando a una clase compuesta por matarifes, soldados federales, negros, zambos, convictos, renegados y mal entretenidos. Ahora la letra pareja y grande del Restaurador le indica que será trasladada a un lugar de menor jerarquía. No lo dice con esas palabras. "La patria --le escribe Rosas-- demanda de usted un nuevo sacrificio. Y hemos decidido destinarla a una escuela marginal, con alumnos que detentan problemas de conducta. Sé que usted, con su firmeza de espíritu, sabrá encarrilarlos y superar los problemas de presupuesto que, de aquí en más, habrá de sufrir."
Clara Dezcurra sabe que ya no tiene sentido aguardar el cargamento de tiza. Intuye que su alejamiento obedece, más que nada, a su particular obcecación en persistir con el tema de "La Vaca".
"Creo que todo ha sido inútil --escribe a su amiga Juana--. Comprendo que, hoy por hoy, se hace muy difícil cambiar algo de lo ya dispuesto. Supongo que, con el paso del tiempo, todo el mundo se olvidará de mi tema de composición y volveremos a 'Voyage autour de mon bureau', o a cualquier otra imposición venida de afuera bajo el engañoso rubro de aporte cultural." Deja gotear el lacre, morosamente, sobre la juntura del cierre, antes de moldearlo bajo la presión de su anillo de sello. No puede dejar de pensar en la fugacidad de su iniciativa educacional. No sabe cuán equivocada está. Una gota de lacre, lustrosa, ha modelado un diminuto montículo sobre la mesa. 

De Roberto Fontanarrosa.

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martes, 17 de abril de 2012

Maestras Argentinas: Clara Dezcurra II

Clara, todas las tardes, mientras escucha dar las siete en el carrillón de la Merced, baldea el piso para quitar los oscuros cuajarones de sangre que quedan de la actividad del frigorífico clandestino, y echa hacia los potreros las reses que no han sido aún sacrificadas. Espera, en tanto, desde el Alto Perú, la respuesta de Juana, su compañera de promoción. Intuye que su puesto al frente de la precaria escuela peligra. Sin ella saberlo, ha permitido la inscripción de más de un unitario. Algunos le han confesado su condición, como Juan José Losada. Otros le han dicho que la vincha celeste que llevan recogiéndoles el pelo, es en honor de la bandera. "Pero nadie viene a controlar lo aue pasa en estos parajes, Juana --le ha escrito a su amiga--. Estamos dejados de la mano de Dios. Mis chicos escriben con trozos de ladrillos o pedazos de tripa gorda y yo utilizo las paredes como pizzara. Don Martin de Agüero me ha prometido tizas, pero me dicen que el barco que las trae encalló en las proximidades de Recife."
Un zambo iza la bandera. Le dicen "Falucho", pero es en broma. Tomó parte del sitio de El Callao, pero no logra aprender la tabla del cuatro. No ha llegado aún al país el sistema inglés de los palotes, y los alumnos trazan una línea acá, otra allá, sin ton ni son, sin orden ni medida. Clara es la primera en entonar "Oda a la Bandera", de Balmes y Vespuci. Hija y nieta de educadoras, recuerda las anécdotas de su abuela, Irma Dezcurra, de cuando aún la joven nación no tenía divisa, antes de aue don Manuel Belgrano la crease. Los niños --contaba la anciana-- se reunían en los patios escolares antes de entrar a clase y no sabían que hacer. Daban vueltas sobre sí mismos, se chocaban entre ellos o giraban tontamente como tiovivos sin acertar con una conducta. Alguno, quizás, gritaba consignas emotivas, o repartía chanzas contra los españoles. Alguna maestra, tal vez más devota, entonaba salmos religiosos. Hubo quien --recordaba abuela Irma-- aguardando la entrada a clase, se empecinó en vocear los números de la lotería de cartones, el juego que tanto entusiasmaba a Manuelita, y así nació la "cifra", el canto que, junto a vidalas y pericones, habría de animar numerosas y encendidas veladas patrias.
Clara come un pastelito dulce y lo acompaña con té de cardosanto. La respuesta de Juana Azurduy tarda en llegar. Hoy Clara ha tenido que sosegar a un federal muy alcoholizado. No la desvela tanto la indisciplina, pero se le duermen en la clase. Y a veces se pelean. Los mazorqueros sospechan que uno de los muchachos es unitario. Es un mozo joven, bien parecido, que viene siempre de bombachas de fino fieltro y botas altas. Tiene la patilla larga que baja y dobla luego hacia arriba, para unirse con el bigote, dibujando una "U" provocativa. Pero los mazorqueros aún no han llegado hasta ese punto del abecedario. Solo Isidro Gaitán, un sargento, puede memorizar las letras hasta la hache que, al ser muda, lo desconcierta. Los demás apenas si se han familiarizado con las letras hasta la "D". Clara duda si continuar con la enseñanza. Apenas sus chicos descubran que la "U" tiene un dibujo similar al que se lee en las mejillas del joven unitario, pude arder Troya. Clara no quiere tener más problemas con el gobierno. Pero habrá de tenerlos.
Antes de que llegue, por fin, la carta de Juana, ya don Artemio Soto conoce la noticia de su innovación pedagógica. Algún mazorquero la ha comentado en algún boliche. Tal vez un tropero alcanzó a contar las desventuras de su composición-tipo cerca del oído de algún correveidile del poder. Tras seis meses de espera, la carta de Juana llega, como una premonición, días antes que la de Domingo Faustino Sarmiento.
A la luz vacilante del quinqué, Clara lee la esquela de su amiga. "Tené cuidado, Clara" es todo el texto, entre sucinto y fraternal. Sin duda Juana, preocupada, consciente del tiempo que llevará a su carta llegar de nuevo hasta la capital, optó por escribirla lo más rápido posible, casi con características telegráficas.
Clara bebe una copita de oporto, al que enturbia con hojas de regaliz. Duda si abrir o no la carta de Sarmiento. Sin embargo, la redacción de esta, lo comprobará luego, es de advertencia mas no llega a sonar admonitoria. "No veo de buen grado --le escribe el sanjuanino-- el cambio por usted introducido en la enseñanza de nuestra lengua criolla. Somos un país incipiente aue requiere de ejemplos y el modelo del maestro Chateauvieux aún está en vigencia. Somos todavía como el joven retoño que precisa de la rectitud y firmeza del tutor para crecer derecho."
Clara garrapatea una carta de respuesta plena de formalismos y ambigüedades, lejos de su habitual estilo franco, y decide continuar con sus planes. La hace persistir en su esfuerzo el entusiasmo que observa en sus alumnos. Por primera vez, muchos de ellos escriben más de dos páginas de composición, cuando con el tema "Viaje en torno a mi pupitre" algunos no alcanzaban ni a los tres renglones. Un matarife de Achiras Altas, Juan Sala, redacta, incluso, casi diez páginas de un relato estremecedor, fruto de su conocimiento de la tropa vacuna. Tiempo después, será la base de un libro paradigmático: Amalia....
de Roberto Fontanarrosa. Continuará



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sábado, 14 de abril de 2012

Maestras Argentinas: Clara Dezcurra

Clara Dezcurra toma la pluma y escribe la fecha: "16 de Julio de 1840". Luego, con la misma letra minúscula y erguida, agrega el encabezamiento: "Querida Juana". Finalmente, tras alisar el papel que tiene la textura y la consistencia del hojaldre, embebe la pluma en la tinta negra, y redacta: "Ayer decidí cambiar el método que siempre utilizamos. Quise darle a mis chicos una alternativa diferente que los arrancara de la enseñanza rutinaria. Esta vez, en la clase de Habla Hispana, dejé de lado nuestra clásica composición 'Voyage autour de mon bureau' y quise sorprenderlos con algo propio, conocido, cercano. Fue entonces cuando les propuse escribir sobre 'La Vaca'."
Clara Dezcurra no lo sabe, pero ha introducido un hábito de escritura que será, luego, por décadas, indicador y modelo en las escuelas criollas.
En realidad, poco y nada decía para sus alumnos la temática de la anterior composición-tipo, "Voyage autour de mon bureau" ("Viaje en derredor de mi pupitre") impuesta por el maestro modernista francés Alphonse Chateauvieux a fines de 1815. La escuela de Clara Dezcurra, apenas un simple salón de tierra apisonada, no tiene pupitres, ni bancos, ni siquiera sillas. Los alumnos se apretujan sentándose en rejas de arado, tocones de ceiba o simples calaveras de vaca que relucen como si fuesen de mármol. La calavera de vaca es el asiento más fácil de conseguir, el más frecuente, porque la escuela nocturna de la señora Dezcurra es, durante el día, un matadero clandestino.
Clara humedece con la saliva de su lengua el reborde pringoso de la tapa del sobre donde ha metido la carta. Lo cierra y luego, aprovechando el calor del candil que la alumbra malamente, derrite casi un centímetro de lacre sobre el vértice de la juntura. Le llega, desde afuera, el olor pesado aue viene desde el saladero de cueros, el tufo casi irrespirable a pescado podrido de la costa, y el mugido profundo de algún animal que ha olfateado, quizás, el aroma premonitorio de la sangre.
La escuela ni siquiera está en el centro de Buenos Aires. Ahí, frente al portalón de la Iglesia de los Cordeleros, como se lo había prometido don Juan Lezica, cuando era alguacil segundo del Municipio, para luego decirle que, aquello, era imposible. El episcopado, o, mejor dicho, el obispo Alcides Melgarejo, le había recordado a Rosas que no debían permitirse escuelas ni queserías en las proximidades de los templos. Y entonces le habían dado a Clara ese quincho --porque de otra forma no se lo podía denominar-- cerca de los corrales de Mataderos, a metros de la puerta de Santa Brígida, detrás del saladero de don Felipe Echenaugucía. Y la escuela era nocturna. Y los "chicos", como ella los denominaba, eran ya gente grande: puesteros de los corrales, matarifes, carreros cachapeceros, pero muy especialemente, federales. Hombres de la Santa Federación que llegaban a clase luciendo la divisa punzó, mazorqueros que, en el primer día de clase, habían degollado a un negro por robarse una goma de borrar... Continuará.
Roberto Fontanarrosa






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jueves, 12 de abril de 2012

Babasónicos




Babasónicos es una banda de Rock argentina formada a comienzos de los años 90. Al principio fueron parte del “Nuevo rock argentino”, movimiento compuesto por bandas como Juana La Loca , El Otro Yo, Peligrosos Gorriones y Los Brujos. “Babasónicos” es un juego de palabras entre Sai Baba, el gurú indio, y un juguete de moda, la pistola sónica, pese a que prevalece el mito de que se debe a los Supersónicos.
Sitio oficial: http://babasonicos.com/

martes, 10 de abril de 2012

Carta de Leopoldo Lugones a "Aglaura", fragmento


Nunca supe lo que era el amor hasta que te quise y aprendí en el tuyo lo que es la eternidad. Así vive el mío de llorarte lejana. Como a la estrella. Así me es inagotablemente precioso en su dolor el castigo que sufro sin reclamar, pero que no he merecido. Algún día lo sabrás mi suavidad, mi perfume. Ya te lo dice, por lo demás, la coincidencia que has notado en nuestro dulce pero triste consuelo.
Él te inspira, por otra parte, lo que llamas pésima redacción y que es siempre lo más precioso de tus cartas queridas. ¿Por qué te preocupas de eso? ¿No ves cómo yo lo echo de lado para que hable tan sólo mi corazón sin vana literatura? Y a propósito escribo chiquito para que las carillas no aumenten y la carta no arriesgue alguna violadora curiosidad con un exceso de volumen. Leopoldo Lugones


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jueves, 5 de abril de 2012

Fragmento de "Trova"

Yo traigo versos de amor,
de aquellos que, con su bien,
recuerda uno, como quien
va deshojando una flor

Amada, dice el Amado,
hoy vi el sol en tus cabellos
y era más hermoso entre ellos
que allá en su trono dorado

Anoche al abandonar
tu ser al sueño clemente,
para besarte en la frente
salió la luna del mar

Es de ver, cuando a deshora
anticipa la mañana
cómo mira a tu ventana
el lucero de la aurora...
Leopoldo Lugones



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martes, 3 de abril de 2012

Amor

Amor que en una soledad de perla
veló el misterio de su aristocracia,
donde, sino el encanto de tu gracia,
no hay otro que estar triste de no verla.

Dichosa angustia de buscar tus manos,
como si en la tristeza incomprendida
de tus ojos profundos y lejanos,
hubiera ya un comienzo de partida.

Trémula adoración que es el sustento
de aquella aroma que tu amor resume:
levedad generosa del perfume
cuya vida es un desvanecimiento.

Ligero llanto en que la dicha emana
su oscura plenitud de noche bella.
Inquietud de mirarte tan lejana
y tan azul, que te me has vuelto estrella.
Leopoldo Lugones

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domingo, 1 de abril de 2012

Soda Stereo - Persiana Americana






Soda Stereo fue una banda argentina de rock, una de las más influyentes e importantes del ámbito latinoamericano en general.

Formada en Buenos Aires en el año 1982 por Gustavo Cerati (guitarra y voz), Héctor "Zeta" Bosio (bajo y coros) y Carlos Alberto Ficicchia (Charly Alberti, batería y percusión). Es considerada una de las más importantes de la historia del rock iberoamericano. En 1997 se disolvió por problemas personales y por diferencias de criterios artísticos entre sus integrantes. A mediados de 2007 la banda anunció su regreso para realizar una única gira continental llamada Me Verás Volver en la que reunió a más de un millón de seguidores y rompiendo varios records. Durante su trayectoria activa, el grupo vendió más de 7 millones de copias sólo en Latinoamérica, cifra que sigue aumentando luego de su separación.

Cuatro de sus álbumes han sido incluidos en la lista de los 250 mejores de todos los tiempos del rock iberoamericano o latino: Canción animal (Nº 2), Comfort y música para volar (Nº 15), Signos (Nº 40) y Sueño Stereo (Nº 41).

Su canción "De música ligera" ha sido considerada la segunda mejor del rock hispanoamericano4 y la cuarta de todos los tiempos, tanto del rock latino,4 como del rock argentino en particular. Las canciones "Te hacen falta vitaminas" y "Nada personal" han sido consideradas la Nº 73 y Nº 74 respectivamente entre los mejores temas de rock argentino.

Los videos de "En la ciudad de la furia" y "Ella usó mi cabeza como un revólver" fueron finalista y ganador respectivamente del entonces único premio MTV a la música latina. El video "Cuando pase el temblor" fue nominado finalista del 12° World Festival of Video and TV en Acapulco.

En 2002 recibieron el Premio Leyenda de MTV Latinoamérica por su trayectoria musical, el primero que entregó la entidad. En sus catorce años de existencia continuada realizaron 1.488 recitales en 97 ciudades de 18 países de América y Europa.
 
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