La casa sin tu sombra, se me llenó de sombras...
La flor del jazminero no quiere perfumar.
Y todo es un silencio que sin quererte nombra
¡Y todo es una angustia que dice Soledad!
Recorro aquellas cosas que acariciaste tanto,
con esas tibias manos que ya no tengo más...
Si todo en esta casa conoce mi quebranto
¡Si todo en esta casa se llama Soledad!
¡Soledad!...
Quién me haya puesto el nombre
no sabía lo que hacía.
¡Soledad!...
¡Yo reniego de tu amor y de mi nombre
que me ha dado más que soledad!
¡Soledad!... Que nunca quedes preso
de un cariño que te trate sin lealtad.
Porque puede que conozcas mi tristeza
ésa de mi nombre, ¡Soledad!
Mi sueño ya no sueña que vuelvas a mis brazos,
ni espera oir tus pasos temblando de ansiedad.
Si en esta casa, sólo me queda... acaso...
El eco de mi nombre, diciendo ¡soledad!
Eladia Blázquez
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