martes, 10 de abril de 2012
Carta de Leopoldo Lugones a "Aglaura", fragmento
Nunca supe lo que era el amor hasta que te quise y aprendí en el tuyo lo que es la eternidad. Así vive el mío de llorarte lejana. Como a la estrella. Así me es inagotablemente precioso en su dolor el castigo que sufro sin reclamar, pero que no he merecido. Algún día lo sabrás mi suavidad, mi perfume. Ya te lo dice, por lo demás, la coincidencia que has notado en nuestro dulce pero triste consuelo.
Él te inspira, por otra parte, lo que llamas pésima redacción y que es siempre lo más precioso de tus cartas queridas. ¿Por qué te preocupas de eso? ¿No ves cómo yo lo echo de lado para que hable tan sólo mi corazón sin vana literatura? Y a propósito escribo chiquito para que las carillas no aumenten y la carta no arriesgue alguna violadora curiosidad con un exceso de volumen. Leopoldo Lugones
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