sábado, 27 de abril de 2013

Callejero

Era callejero por derecho propio,
su filosofía de la libertad
fue ganar la suya sin atar a otros
y sobre los otros no pasar jamás.

Aunque fue de todos nunca tuvo un dueño
que condicionara su razón de ser,
libre como el viento era nuestro perro,
nuestro y de la calle que lo vio nacer.

Era un callejero con el sol a cuestas,
fiel a su destino y a su parecer,
sin tener horario para hacer la siesta
y rendirle cuentas al amanecer.

Era nuestro perro y era la ternura
que nos hace falta cada día más,
era una metáfora de la aventura
que en el diccionario no se puede hallar.

Era nuestro perro porque lo que amamos
lo consideramos nuestra propiedad
y era de los niños y del viejo Pablo
a quien rescataba de su soledad.

Era un callejero y era el personaje
de la puerta abierta en cualquier hogar,
era en nuestro barrio como del paisaje,
el sereno, el cura y todos los demás.

Era el callejero de las cosas bellas
y se fue con ellas cuando se marchó,
se bebió de golpe todas las estrellas,
se quedó dormido y ya no despertó.


 Nos dejó el espacio como testamento, 
lleno de nostalgia, lleno de emoción,
    vaga su recuerdo por mis sentimientos 

para derramarlos en esta canción.

                                 


                                               Alberto Cortez
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martes, 23 de abril de 2013

Seru Giran

Charly García: teclados y voz David Lebón: guitarra y voz Oscar Moro: batería Pedro Aznar: bajo 72 Apodados "los Beatles criollos", Seru Giran tiene como mayor virtud haber dado el paso fundamental para que el rock pasara a ser masivo. Si bien no es la primera "super-banda", es la primera que logra llegar tanto a las clases bajas como a la media-alta, "a los rockeros y a los chetos", para utilizar el léxico de la época. Con records de ventas y espectadores en sus shows, este grupo consiguó también fusionar varios estilos musicales, para alcanzar un sonido muy particular, característico de esta transición entre décadas. La popularidad de este grupo también se ve reflejada en las - ahora tradicionales - encuestas de la revista Pelo. Serú Girán ganó las categorías de Mejor Guitarrista, Mejor Tecladista, Mejor Bajista, Mejor Baterista, Mejor Compositor (García) y Mejor Grupo en Vivo en los años 1978, '79, '80 y '81. A esto se le agrega Grupo Revelación 1978; Mejor Cantante (Lebón) '80 y '81; Mejor Tema '78 ("Seminare") y '81 ("Peperina") y Mejor Album 1978 ("Serú Girán"). Este fenómeno se mantiene inigualado hasta nuestros días. Tras las peleas en La Máquina de Hacer Pájaros, Charly García tomó la determinación de dejar la banda y viajar a Brasil con David Lebón, su amigo desde la época de Sui Generis. Con la plata recaudada en el Festival del Amor (Luna Park, 11/11/1977) alquilaron una casa por tres meses en Buzios, al norte de Río de Janeiro. Por no tener dinero suficiente para pagar el impuesto, todos los equipos que llevaban quedaron decomisados en la aduana. A los dos meses Charly regresa a Buenos Aires para arreglar contrato con Oscar Lopez y Billy Bond. Una noche, en un pub donde se presentaba Pastoral, Charly quedó fascinado con la habilidad de Aznar en el bajo. Esperó a que terminara el show y fue a buscarlo a los camarines. No fue necesaria mucha charla para que Pedro aceptara viajar con él a Brasil e incorporarse al grupo en gestación. «...Cuando lo ví a Pero pelar el bajo, se me cayó la mandíbula hasta la rodilla. Pensé: este pibe es muy bueno, es casi mejor que yo», recuerda en tono de broma David. (Clarín, 03/05/1992). Con la plata que había recibido como anticipo del contrato, costeó los pasajes a San Pablo de ellos y el de Oscar Moro, a quien ya había apalabrado para viajar. Allá se reunirían con David Lebón. «Esa misma noche tocamos por primera vez juntos y decidimos armar Serú Girán» (Charly García). Pese a los problemas económicos, esta fue una etapa muy creativa y fructífera: compusieron más de quince temas, de los cuales se seleccionaron los mejores para la edición del primer disco. Las sesiones de grabación comenzaron en los estudios El Dorado de San Pablo, y culminaron en ABC Recording Studios de Los Angeles, Estados Unidos. El primer show en vivo de Serú Girán tuvo lugar en el Riachuelo, a bordo de un barco anclado. Este recital - al cual sólo asistieron periodistas, músicos y amigos - tenía la finalidad de observar la respuesta de la crítica especializada. Esa noche el grupo se mostró sólido y contundente, lo que parecía, abriría las puertas del público masivo rápidamente. El debut en vivo de la banda ante el público porteño ocurrió dos semanas después, el 28 de julio de 1978, en el estadio Luna Park, en el Festival de la Fundación de la Genética Humana, junto a Nito Mestre, Pastoral, León Gieco y otros. El sonido fue muy malo y mucha gente les revoleó las pilas de los grabadores que habían llevado para registrar el momento. Viajaron a Estados Unidos para mezclar el disco "Serú Girán" (1978), en el cual contaron con la colaboración de Daniel Goldberg, quien tenía a su cargo los arreglos musicales y la dirección de la orquesta de 24 músicos que participó en algunos temas como "Eiti-Leda" o "Serú Girán". La complejidad armónica de este proyecto demuestra que, desde el comienzo, las ambiciones que tenían apuntaban mucho más alto que la del resto de los músicos nacionales de ese momento. El resultado final del disco los entusiasmó mucho: sonaba como una fusión de jazz-rock con música brasilera. Pedro recuerda: «...cuando apareció ese álbum, la prensa le dio una importancia infernal, se creó todo una caso... había un inmovilismo total». La revista Pelo, una de las publicaciones especializadas de la época, decía: «"Serú Girán" es un álbum compacto, extremadamente pulido en su producción, a pesar de lo cual suena menos armado que La Máquina de Hacer Pájaros. (...) Serú Girán debuta con un buen álbum. Una música que trasluce los nuevos horizontes de García y sus nuevos compañeros de ruta.» (Pelo Nº104). De regreso, hacia fin del '78 estrenaron oficialmente el Estadio Obras (el 3 de noviembre), con orquesta (sección de cuerdas y vientos) y circuito cerrado de televisión. En al parte trasera del escenario, una pantalla gigante mostraba a los músicos dirigiéndose a escena. David, Pedro y Oscar salieron vestidos totalmente de blanco, mientras que Charly eligió una malla negra, saco y zapatillas. El comienzo del recital, con la orquesta a pleno interpretando la poderosa introducción del tema "Serú Girán", presagiaba una noche inolvidable. No fue así. Cuando tocaron el tema "Disco Shock" -una sátira de la música disco, tan en boga en el momento- la gente presente creyó que era en serio y, tras un coro de silbidos, empezaron a pedirle a García el "Blues del levante", el tema que había compuesto con motivo de la despedida de Sui Generis. El público quedó desconcertado y el resto del recital transcurrió ante la indiferencia general. La gente no había entendido el mensaje, o Serú no había sabido expresarlo. Las críticas de los medios contra la banda arreciaron. El diario La Opinión, por ejemplo, publicó que eran lo peor que había en la Argentina, y sostenía que tenían «voces homosexuales». Estas declaraciones eran la culminación de una "campaña de desprestigio" que había tenido lugar contra García, mientras el grupo estaba ensayando en Brasil. La vanguardia de esa campaña había sido el titular: «Charly García, ¿ídolo o qué?». Para el segundo trabajo discográfico, "La Grasa de las Capitales" (1979), Serú eligió una propuesta mucho más contundente. Eliminaron la orquesta, que no había sido totalmente aceptada por el público, y compusieron temas más simples y directos. La crítica de la revista Pelo a este disco fue bastante positiva: «"La Grasa..." es un disco que va a tener admiradores y detractores igualmente incondicionales. Por un lado, estarán los que darán la bienvenida a un García que abandonó la complejidad y retorna a la temática de crítica social que tan bien desarrolló anteriormente. Y por el otro, habrá quienes condenen esta simplicidad como falta de progreso. Pese a todo, es uno de los trabajos más logrados del año.» (Pelo No 122). Los rumores de separación quedaron desacreditados con la presentación del long-play, a lo largo de seis funciones en el Auditorio Buenos Aires, previa gira por las ciudades de Córdoba, San Luis y Mendoza. Tras la experiencia frustrante del comienzo, prefirieron no exponerse demasiado y escogieron un lugar pequeño. El show comenzó en la oscuridad total, mientras se escuchaba el playback del coro de introducción al tema "La Grasa...". Acto seguido, se encendieron todas las luces y la banda irrumpió en el escenario. "Viernes 3 AM", "Perro andaluz" y "Los sobrevivientes" fueron los temas más festejados por el público. También hubo lugar para la nostalgia: "Seminare" y "Eiti-Leda" obtuvieron el reconocimiento de la gente, durante los bises. A fuerza de recitales y tenacidad, Serú logró revertir las opiniones de la crítica y del público. Allí comenzó a gestarse el fenómeno masivo que aún hoy persiste. El siguiente álbum de Serú Girán se llamaría "Bicicleta" (1980). Años más tarde se recordaría el tercer disco de Serú Girán como lo mejor de la agrupación, llegándoselo incluso a comparar con "Abbey Road", el transformador duodécimo LP de los Beatles. Sin embargo, en ese entonces, los medios «especializados» no le atribuyeron al material tanta importancia. Por ejemplo, Pelo comentaba: «...el tercer álbum de Serú Girán probablemente recorrerá el camino del éxito que tuvieron los anteriores, pero es difícil que "Bicicleta" representa plenamente el poderío de esta banda. (...) Serú Girán llegó al máximo de sus posibilidades sobre un escenario, pero todavía le falta andar mucho camino en los estudios». (Pelo No 139). El disco "Bicicleta" - nombre que en un principio Charly había propuesto para el grupo, pero fue rechazado por el resto - fue presentado en Obras, el 6 y 7 de junio de 1980. En el escenario se podían observar ruedas de bicicleta, conejos y flores, algo que llamó la atención del público y de la prensa, por ser el primer grupo que tenía algún tipo de preocupación por la puesta en escena. El hecho se debió a que Serú Girán había delegado la responsabilidad escenográfica a Renata Schussheim, una vieja amiga de Charly. A partir de "Bicicleta", Serú Girán comenzó con sus grandes shows. Un mes después, en agosto de 1980, se presentaron en el Monterrey Jazz Festival, en Río de Janeiro. Tradicionalmente, los representantes argentinos en este festival estaban más vinculados al jazz o al tango que al rock progresivo que proponía Serú. Ese año el concierto se dividió en dos partes. En la primera, se presentaban Serú, el guitarrista Pat Metheny y George Duke. El éxito obtenido por los argentinos en esa función fue tal, que los organizadores les ofrecieron volver a tocar en la segunda - la principal - junto a John McLaughlin, Hermeto Pascoal, Edgberto Gismonti y Weather Report. «Cuando tocaba McLaughlin, la gente patinaba y le tiraba avioncitos de papel. ¡Yo me quería morir! Si a McLaughlin le hacían eso, a nosotros nos achuraban», recuerda García. Sin embargo, esta predicción resultó completamente errónea. La principal razón de la respuesta favorable del público residió en la variedad de matices en los temas interpretados por ellos y, asimismo, algunos de éstos tenían una cadencia marcada que invitaba al baile. Este festival marcó dos hechos muy importantes para la vida del grupo. Por un lado, se hicieron conocer y dejaron una muy buena impresión entre los cariocas, hecho destacado incluso por la prensa argentina (Clarín, 28/08/80). Por el otro, allí fue donde Pat Metheny conoció a Pedro Aznar: el comienzo del fin. Antes de terminar el año, otros dos hitos en la Historia del Rock Nacional tendrían como protagonistas al grupo. El primero, fueron los dos recitales (12 y 13 de setiembre) en los que tocaron junto a Spinetta Jade. Es un hecho histórico que dos grupos de semejante magnitud estuvieran simultáneamente en el escenario. Cuando apareció Luis Alberto Spinetta y arrancó con el tema de Sui Generis "Cuando ya me empiece a quedar solo", la gente entendió que no se encontraba ante un recital común. Luego, de la oscuridad, surgió Charly con el tema "Que ves el cielo". Bajo un clima enfervorizado, Lebón interpretó "Música del alma" y luego entraron todos los demás: Aznar y Moro, por un lado, Spinetta, Pomo, Satragni y Rapoport y Del Barrio por el otro. Juntos tocaron temas de la agrupación comandada por el Flaco, y la gente aplaudió a rabiar. El recital se cerró con los dos grupos sobre el escenario interpretando "El mendigo en el andén" y "Crisálida". La actuación de Spinetta Jade fue muy aplaudida, pese a su difícil estilo. Fue notorio el esfuerzo de Spinetta por lograr mayor simpleza en su música, para que el público de Obras pudiera entender su mensaje. Serú Girán, en cambio, fue ovacionado desde el comienzo, dejando en evidencia el increíble «feeling» que tenía con la gente. El otro hito importante tuvo lugar en la Rural. El 30 de diciembre, 60.000 personas, según cifras de la Policía Federal, se congregaron para escuchar a la banda número uno: «... el picadero de la Rural estaba abarrotado. Una compacta cola (...) llegaba hasta la estación Pacífico. Aunque la Policía no encontraba clave alguna en la letra de "Alicia en el País", repetida hasta el cansancio, igualmente retuvo a un puñado de muchachos. Los productores negociaron y finalmente ese 30 de diciembre no hubo detenidos» (Ramos / Lejbowicz, pág.23). García comentaba: «...con este asunto de ir a los recitales y que te lleve la cana, la gente al final se da cuenta de que lo único que te pasa es que vas a dormir en una comisaría, pero que nadie puede para toda la onda». (Humor, año 1981). En 1981 el presidente de facto Roberto Viola buscó acercarse a los músicos. Inteligentemente, utilizó la fuerte ascendencia de éstos sobre la juventud, para mostrar al país su «aflicción» por los problemas que sufrían los jóvenes. Los rockeros no salían de su asombro. Spinetta recuerda una anécdota al respecto: «Yo les batí un par de cosas y también les sugerí que construyeran el observatorio más grande del mundo... un delirio, pero qué les iba a decir?» (Berti, pág.60). En el tema "Encuentro con el diablo", David Lebón ironizaba sobre esta reunión: «nunca pensé encontrarme con el jefe / en su oficina de tan buen humor / pidiéndome que diga lo que pienso / qué es los que pienso yo de esta situación.» "Peperina" (1981), el cuarto disco de Serú Girán, que se había empezado a grabar en abril, fue lanzado para fines de ese año. La historia de Peperina es conocida: «Quiero contarles una buena historia / la de una chica que vivió la euforia / de ser parte del rock / tomando té de peperina». El tema trata acerca de una señorita que escribía notas de rock en Córdoba. Siempre que Serú tocaba en esa ciudad, ella calificaba la presentación uno «un bochorno». De más está decir que, pese a sus defenestrantes críticas, los estadios se llenaban. Se dice que cuando escuchó «su» tema por primera vez, acotó que Serú Girán seguía sin gustarle, pero que García era "un buen sociólogo" (?). Con respecto al disco, Charly sostiene que es un adelanto notable en cuanto a la calidad de grabación. Sin embargo, la revista Pelo no se mostró muy conforme con este trabajo: «Peperina no impresiona como un álbum compacto. En él hay canciones que nítidamente se diferencian de nivel, literaria y musicalmente. (...) Tienen marcas familiares de toda la música de Serú: canciones melancólicas, melodías agradables sobresaltadas por algún riff ardiente y las mismas falencias de producción que el grupo arrastra desde su primer trabajo discográfico (...) El disco no decepcionará a los seguidores, pero no tiene la homogeneidad de "La Grasa..." y plantea el interrogante sobre el futuro (...) Llegó el momento difícil: están en la cima y lo que hagan puede hacerlos afirmar o tambalearse». (Pelo Nº154). Por el contrario, Gloria Guerrero, en el número 63 de Humor, comentaba: «El álbum, por lo poco que pude escuchar de él en un cassettito, la gasta, y tal cosa no me sorprende». En el número siguiente, completa: «...probablemente, "Peperina" no representa un 'enorme' paso al frente luego de su trabajo anterior. Parece, a fuerza de ser sinceros, algo así como un "álbum complementario" de "Bicicleta", aunque más suelto y espontáneo». Los días 4, 5 y 6 de setiembre el disco fue presentado en el estadio Obras. En honor al Sgt. Pepper's de Los Beatles, Serú Girán salió a escena con un show simple. Esta sencillez permitió que la conjunción música-imagen se diera sin altibajos. En principio, cuando Charly y David compusieron los temas de este disco, García pensó que se trataba más de una película que de un long-play. Por eso se le ocurrió la idea de poner en el recital una pantalla gigante, proyectar videos grabados especialmente y que el grupo tocara en penumbras, acompañando a esas imágenes. Lo que impidió la concreción de esta idea fue el techo demasiado bajo del estadio: la pantalla taparía gran parte del escenario y ellos quedarían ocultos casi completamente. Finalmente, la idea fue descartada. Para despedir el año, tocaron el 25, 26 y 27 de diciembre en el teatro Coliseo, en la Capital Federal. Para esos shows, Charly contrató a las Bay Biscuits, un grupo de teatro-rock integrado por Vivi Tellas, Mayco Castro Volpe, Lisa Wakoluk, Diana Nylon y Fabiana Cantilo (ésta última sería luego corista estable de la banda de Charly). El número iba intercalado en el concierto y fueron recibidas con chiflidos e insultos de todo tipo. En enero del '81 Aznar es convocado por el guitarrista norteamericano Pat Metheny para incorporarse a su banda. Acordaron encontrarse en Estados Unidos, ya que Pedro viajaría al año siguiente para estudiar en la Universidad de Berklee. Este hecho marcaría el final de la banda. Las críticas de los discos anteriores coincidían en una cosa: a Serú, en estudios, le faltaba la fuerza y la energía que tenía en vivo. Fue necesario esperar hasta el final mismo de esta agrupación (al menos en ese momento la disolución era definitiva) para conseguir el registro de ese material. «Cuando Pedro me comentó que se iba, me sentí muy mal - rememora Charly - porque habíamos logrado un grupo que sonaba muy bien (...) Habíamos conseguido mucha comunicación con la gente (...) Además, se nos estaban abriendo las puertas de Europa y sin él no lo vamos a poder aprovechar. Por otro lado, Pedro es un músico que está muy por sobre el nivel de lo que es la Argentina ahora (1982) y era lindo tocar con un tipo así. Pero también me sentí muy bien porque Pedro tiene otras perspectivas de vida y otros gustos musicales. El quiere realizarse como persona, y me parece bárbaro». (Pelo Nº160). Cuando Aznar le anunció al grupo que se iba, todos decidieron tomarse un tiempo para reflexionar. Fue así que Charly viajó a Brasil para trabajar en su primer disco solista; David se tomó unas vacaciones en Punta del Este y Oscar se quedó en Buenos Aires. Al mes siguiente (febrero de 1982), los cuatro músicos se reunieron para realizar una gira por la Costa Atlántica: San Bernardo, Villa Gessell, Necochea, Pinamar, Miramar, Santa Teresita y, obviamente, Mar del Plata fueron los sitios elegidos por la banda. El día final de la agrupación estaba cada vez más cerca. Pero la historia del grupo merecía un broche de oro: era necesario un Adiós Serú Girán. Debía ser un concierto espectacular y se organizó para los días 6 y 7 de marzo en Obras Sanitarias, la Catedral del Rock. En esa oportunidad, el grupo «...sonó como nunca y la labor de los músicos en el escenario no escatimó fervor, a pesar de estar grabando en vivo. Charly, David, Pedro y Oscar ofrecieron un espectáculo sólido, vibrante y emotivo, y en el cual se evidenció un soplo más rockero en el estilo del grupo. Pedro Aznar fue despedido con una ovación porque, a pesar de que sus gustos musicales distaban de los del resto del grupo y del público en general, le dio a Serú (...) un sonido muy particular y distintivo». (Leyendas Nº7). "No llores por mí, Argentina" (1982) terminó siendo una recopilación en vivo de los éxitos más importantes de la banda, con la excepción del tema homónimo y "Popotitos", un cover del clásico tema. Al respecto, Gloria Guerrero comenta: «...había tres razones (para esperar este LP). La primera, conservar el último testimonio del trabajo de Pedro Aznar. La segunda, asistir, por fin, al sonido de Serú Girán en vivo. La tercera, tener a mano los temas nuevos: "No llores por mí" y "Pena en mi corazón" (...) Como última obra de Serú Girán-cuarteto, tiene todo el valor histórico y todo el valor que le confiere la indiscutida calidad del grupo». (Humor Nº84). "No llores..." es un tema fuerte, que marca una especie de resumen de época, una suerte de balance - no olvidemos que fue compuesto en 1982, en los albores de la Guerra de Malvinas, la caída de la Junta Militar y el posterior advenimiento de la Democracia - en un tono de protesta y reproche a la vez, un estilo que tanto rédito le daría a García en los años posteriores. Si bien en un primer momento se barajó la posibilidad de continuar como trío (pasando Lebón a la doble función de guitarrista y bajista) y, en todo caso, buscar algún reemplazo para las presentaciones en vivo, la falta de motivación fue evidente y el proyecto quedó descartado. Lebón trabajaba en su proyecto solista "El tiempo es veloz" y García ya estaba embarcado en su álbum doble "Yendo de la cama al living / Pubis angelical". El 16 de mayo de 1982, Serú participa del Festival de la Solidaridad Americana, organizado ante 60.000 personas en el campo de hockey de Obras, para recolectar elementos para los chicos argentinos que sufrían en Malvinas y agradecer a los países que habían prestado su apoyo y se habían solidarizado con Argentina. Transmitidos en directo por radio y televisión, se presentaron los músicos más importantes del momento: lo que quedaba del ya disuelto Serú Girán, León Gieco, Spinetta Jade, Raúl Porchetto, Nito Mestre, y muchos más. Desde mediados de 1991 se comenzó a manejar la posibilidad del retorno de Serú. «Se trata de superar un recuerdo. - reflexionaba García por aquella época - Hace mucho que estamos trabajando para no perder la grandeza, para que el tipo que alguna vez vio a Serú Girán lo vuelva a ver y no se decepcione y para que los chicos que no lo vieron tengan un flash». Exactamente eso fue lo que ocurrió. "Serú '92" es, sin dudas, el más flojo de todos los discos de la banda. Mucho más pop, por momentos peca de "light", falto del compromiso característico. Sin embargo fue un éxito comercial, con ventas que superaron las 200.000 copias y multitudinarios shows en Rosario, Córdoba y dos en la Capital Federal, éstos últimos ante más de 160.000 personas, los cuales fueron editados en dos nuevos LPs. Si bien los Serú no querían convertir su retorno en un negocio - y menos para otros - ésto no quedó totalmente al margen de sus planes. «Terminemos de una buena vez con la división entre el espíritu y la materia. Es todo lo mismo: sentimos un inmenso placer por tocar y eso tiene un precio que mucha gente no dudará en pagar. Una cosa no excluye la otra» (Pedro Aznar a Clarín, 03/05/92). "¿Si era por plata? Claro que era por plata... entre otras cosas. No vamos a tocar en River por nada. Obviamente que te tenés que defender y una vez que estás ahí arriba, algo tenés que hacer. Y creo que la hicimos bastante bien. La plata es un elemento más, si no la tenés, no podés hacer el show". (García a Clarín, 21/01/93). También quedaba flotando la incógnita sobre si el regreso sería para esos shows o si se proseguiría con el proyecto interrumpido abruptamente en 1982. Previo a salir al ruedo, nadie se atrevió a confirmar ninguna de las dos posibilidades, quizás porque ni ellos mismos lo supieran. Durante los bises del segundo y último show de la banda en Buenos Aires, estalló esa pelea latente que reinaba desde tanto tiempo atrás entre García, de fuerte personalidad y líder natural del grupo, y David Lebón, harto de las ansias de protagonismo de aquél. Fue necesaria la mediación de Pedro Aznar para que el guitarrista subiera nuevamente al escenario y así, todos juntos, se despidieran definitivamente de las presentaciones en vivo. En síntesis, terminó siendo un momento en el cual todos (los de adentro y los de afuera) hicieron de cuenta que el tiempo no había transcurrido. De esa forma, y sólo de esa forma, el retorno de Serú Girán fue positivo. El estallido de los fuegos artificiales que cerraron el show terminó por despertar esa melancólica suposición, para enterrar definitivamente a la banda. En 1995 se editó una recopilación, "Oro", aprovechando el lanzamiento de la película "Peperina", dirigida por Raúl de la Torre y protagonizada por Andrea del Boca en el papel de Patricia Perea (la verdadera Peperina). Este film contiene secuencias documentales del retorno de 1992. Oscar Moro falleció en julio de 2006, víctima de una hemorragia estomacal. Links recomendados La historia de Seru Giran en Palabras+ Seru Giran en archivo.rock.com.ar Notas sobre Seru Giran Click para agrandar Histórico: Charly y El Flaco juntos en vivo, el 13/09/1980 Click para agrandar Volante anuncia los conciertos de Navidad de 1981 Click para agrandar Serú Girán Foto: Andrea Cherniavsky Click para agrandar David Lebón en la presentación de "Bicicleta" Click para agrandar En vivo en River 1992 Click para agrandar En el estudio, mezclando "Peperina" Click para agrandar Serú Girán, en 1979 Click para agrandar Serú Girán, en 1978 Click para agrandar Seru Giran tapa Expreso Imaginario, abril 1980 Click para agrandar Seru Giran Click para agrandar Seru Giran foto: revista Toco y Canto Click para agrandar Seru Giran foto: revista Toco y Canto Click para agrandar Seru Giran 1980. De izquierda a derecha, Charly, Moro, Lebon y Aznar Discografía Serú Girán (1978) La grasa de las capitales (1979) Bicicleta (1980) Peperina (1981) No llores por mí, Argentina (1982) Serú '92 (1992) En vivo (1993) Oro (1995) El álbum (1996) Yo no quiero volverme tan loco (2000)

lunes, 22 de abril de 2013

El matadero

[...] Los abastecedores, por otra parte, buenos federales, y por lo mismo buenos católicos, sabiendo que el pueblo de Buenos Aires atesora una docilidad singular para someterse a toda especie de mandamiento, sólo traen en días cuaresmales al matadero, los novillos necesarios para el sustento de los niños y de los enfermos dispensados de la abstinencia por la Bula y no con el ánimo de que se harten algunos herejotes, que no faltan, dispuestos siempre a violar las mandamientos carnificinos de la Iglesia, y a contaminar la sociedad con el mal ejemplo.

Sucedió, pues, en aquel tiempo, una lluvia muy copiosa. Los caminos se anegaron; los pantanos se pusieron a nado y las calles de entrada y salida a la ciudad rebosaban en acuoso barro. Una tremenda avenida se precipitó de repente por el Riachuelo de Barracas, y extendió majestuosamente sus turbias aguas hasta el pie de las barrancas del Alto. El Plata creciendo embravecido empujó esas aguas que venían buscando su cauce y las hizo correr hinchadas por sobre campos, terraplenes, arboledas, caseríos, y extenderse como un lago inmenso por todas las bajas tierras. La ciudad circunvalada del Norte al Este por una cintura de agua y barro, y al Sud por un piélago blanquecino en cuya superficie flotaban a la ventura algunos barquichuelos y negreaban las chimeneas y las copas de los árboles, echaba desde sus torres y barrancas atónitas miradas al horizonte como implorando la misericordia del Altísimo. Parecía el amago de un nuevo diluvio. Los beatos y beatas gimoteaban haciendo novenarios y continuas plegarias. Los predicadores atronaban el templo y hacían crujir el púlpito a puñetazos. Es el día del juicio, decían, el fin del mundo está por venir. La cólera divina rebosando se derrama en inundación. ¡Ay de vosotros, pecadores! ¡Ay de vosotros unitarios impíos que os mofáis de la Iglesia, de los santos, y no escucháis con veneración la palabra de los ungidos del Señor! ¡Ah de vosotros si no imploráis misericordia al pie de los altares! Llegará la hora tremenda del vano crujir de dientes y de las frenéticas imprecaciones. Vuestra impiedad, vuestras herejías, vuestras blasfemias, vuestros crímenes horrendos, han traído sobre nuestra tierra las plagas del Señor. La justicia del Dios de la Federación os declarará malditos. [...]

Fragmento de El matadero (1838) de Esteban Echeverría (1805-1851)



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viernes, 19 de abril de 2013

La cautiva

PARTE PRIMERA

El Desierto

Era la tarde, y la hora
en que el sol la cresta dora
de los Andes. El Desierto
inconmensurable, abierto,
y misterioso a sus pies
se extiende; triste el semblante,
solitario y taciturno
como el mar, cuando un instante
al crepúsculo nocturno,
pone rienda a su altivez.

Gira en vano, reconcentra
su inmensidad, y no encuentra
la vista, en su vivo anhelo,
do fijar su fugaz vuelo,
como el pájaro en el mar.
Doquier campos y heredades
del ave y bruto guaridas,
doquier cielo y soledades
de Dios sólo conocidas,
que Él sólo puede sondar.
A veces, la tribu errante,
sobre el potro rozagante,
cuyas crines altaneras
flotan al viento ligeras,
lo cruza cual torbellino,
y pasa; o su toldería
sobre la grama frondosa
asienta, esperando el día
duerme, tranquila reposa,
sigue veloz su camino.

¡Cuántas, cuántas maravillas,
sublimes y a par sencillas,
sembró la fecunda mano
de Dios allí! ¡Cuánto arcano
que no es dado al vulgo ver!
La humilde yerba, el insecto,
la aura aromática y pura,
el silencio, el triste aspecto
de la grandiosa llanura,
el pálido anochecer.

Las armonías del viento
dicen más al pensamiento
que todo cuanto a porfía
la vana filosofía
pretende altiva enseñar.
¿Qué pincel podrá pintarlas
sin deslucir su belleza?
¿Qué lengua humana alabarlas?
Sólo el genio su grandeza
puede sentir y admirar.

Ya el sol su nítida frente
reclinaba en occidente,
derramando por la esfera
de su rubia cabellera
el desmayado fulgor.
Sereno y diáfano el cielo,
sobre la gala verdosa
de la llanura, azul velo
esparcía, misteriosa
sombra dando a su color.

El aura, moviendo apenas
sus alas de aroma llenas,
entre la yerba bullía
del campo que parecía
como un piélago ondear.
Y la tierra, contemplando
del astro rey la partida,
callaba, manifestando,
como en una despedida,
en su semblante pesar.

Sólo a ratos, altanero
relinchaba un bruto fiero
aquí o allá, en la campaña;
bramaba un toro de saña,
rugía un tigre feroz;
o las nubes contemplando,
como extático y gozoso,
el yajá, de cuando en cuando,
turbaba el mudo reposo
con su fatídica voz.

Se puso el sol; parecía
que el vasto horizonte ardía:
la silenciosa llanura
fue quedando más obscura,
más pardo el cielo, y en él,
con luz trémula brillaba
una que otra estrella, y luego
a los ojos se ocultaba,
como vacilante fuego
en soberbio chapitel.

El crepúsculo, entretanto,
con su claroscuro manto,
veló la tierra; una faja,
negra como una mortaja,
el occidente cubrió;
mientras la noche bajando
lenta venía, la calma,
que contempla suspirando
inquieta a veces el alma,
con el silencio reinó....


Esteban Echeverría

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miércoles, 17 de abril de 2013

Esteban Echeverría

La ausencia

Fuese el hechizo
del alma mía,
y mi alegría
se fue también:
en un instante
todo he perdido,
¿dónde te has ido
mi amado bien?

Cubrióse todo
de oscuro velo,
el bello cielo,
que me alumbró;
y el astro hermoso
de mi destino,
en su camino
se oscureció.

Perdió su hechizo
la melodía,
que apetecía
mi corazón.
Fúnebre canto
sólo serena
la esquiva pena
de mi pasión.

Doquiera llevo
mis tristes ojos,
hallo despojos
del dulce amor;
doquier vestigios
de fugaz gloria,
cuya memoria
me da dolor.

Vuelve a mis brazos
querido dueño,
sol halagüeño
me alumbrará;
vuelve tu vista,
que todo alegra,
mi noche negra
disipará.



Esteban Echeverría 


 
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Vicentico

La historia de Vicentico (nacido Gabriel Fernández Capello) está indisolublemente ligada a la de la banda que fundó e integró junto a Flavio Cianciarullo desde 1984 hasta el 2001: Los Fabulosos Cadillacs. Si bien nunca se oficializó una separación, tanto Vicentico como los otros integrantes encararon sus proyectos por separado. Así, en 2002 editó "Vicentico", su primer disco solista. «Vengo componiendo canciones desde que tengo 15 años. Cuando elegí embarcarme en este proyecto, lo único que tuve que hacer fue bajar cada noche al sótano de mi casa y quedarme componiendo hasta la las cinco o seis de la mañana», explicaba. "Se despierta la ciudad" fue elegido como el primer single de un trabajo que cuenta con doce temas, once de los cuales son de su autoría (la excepción es "Algo contigo", de Chico Novarro). Para "Los Rayos", su segunda producción, lo acompañan Dani Buira (batería y percusión), Daniel Castro (bajo y contrabajo), Marcelo Muir (guitarras y coros) y Juampi Di Saverio (coros), una sección de vientos integrada por Ervin Stutz (trompeta, flugel horn y trombón), Alejo Von Der Pahlen (saxo soprano, alto, tenor, barítono y flauta) y Juan Scalona (trombón), más la participación especial de Flavio Cianciarulo con su bajo en "Tiburón" y Julieta Venegas en voz y acordeón a piano en "El Tonto". El tercer álbum solista fue "Los pájaros" (2006). Con la producción del mismo Vicentico, contó con Andrés Calamaro, Gringui Herrera, Lucho González, Daniel Melingo, Florián Fernández Capello, Flavio Cianciarulo y Valentino como invitados. El primer single de difusión fue "El árbol de la plaza". "Hits 2002-2008" fue editado con tres bonus tracks: "Combo imbécil", grabado junto a Calle 13 en México; "Las manos", en una nueva versión; y "Navegando", un cover en castellano del clásico de Rod Stewart "Sailing". La gira reencuentro de Los Cadillacs lo tuvo alejado de su carrera solista desde el 2008. Pero a comienzos del '10 comenzó el trabajo de gestación para "Sólo un momento", su cuarto LP. Trabajó en la composición de las canciones mientras las iba grabando y por eso demoró hasta fines de septiembre para presentarlo. Casi todos los instrumentos de la placa fueron interpretados por Vicentico, Cachorro López y Sebastián Schon.

sábado, 13 de abril de 2013

Festejos del 25 de mayo de 1840 en el fuerte de Buenos Aires

“El sol del 24 de mayo de 1840 había llegado a su ocaso, y precipitado en la eternidad aquel día que recordaba en Buenos Aires la víspera del aniversario de su grandiosa revolución.
 “/…/ “Los vastos salones en que la señora marquesa de Sobremonte daba sus espléndidos bailes, y sus alegres tertulias de revesino, radiantes de lujo en tiempo de la presidencia, y testigos de intrigas amorosas y de disgustos domésticos en tiempo del gobernador Dorrego, derruidos y saqueados en tiempo del Restaurador de las Leyes, habían sido barridos, tapizados con las alfombras de San Francisco, y amueblados con sillas prestadas por buenos federales para el baile que dedicaba al señor gobernador y a su hija su guardia de infantería, al cual no podría asistir Su Excelencia, por cuanto en ese día honraba la mesa del caballero Mandeville, que celebraba en su casa el natalicio de su soberana. Y la salud de Su Excelencia podría alterarse pasando indiscretamente de un convite a un baile, por lo que estaba convenido que la señorita su hija lo representase en la fiesta. 
“/…/ “Los coches que se dirigían a las casas de los convidados al baile empezaban a correr con dificultad por las calles paralelas a las plazas de la Victoria y de 25 de Mayo; los cocheros tenían que contener los caballos; y los lacayos, que habérselas con esos muchachos de Buenos Aires que parecen todos discípulos del diablo; y que se entretienen en asaltar a aquéllos y disputarles su lugar, en lo más rápido del andar del coche. “/…/ “Entretanto, desde las nueve de la noche, los convidados al baile dedicado a Su Excelencia el Gobernador y a su hija, empezaban a llegar al palacio de gobierno, y a las once los salones estaban llenos, y la primera cuadrilla se acababa. “El gran salón estaba radiante. El oro de las casacas militares y los diamantes de las señoras resplandecían a la luz de centenares de bujías, malísimamente dispuestas, pero que al fin despedían una abundante claridad. “/…/ “La señorita hija del gobernador acababa de llegar, y estruendosos aplausos federales la acompañaron por las galerías y salones. “Su asiento en la testera del salón quedó al punto rodeado por una espesa muralla de buenos defensores de la santa causa, que alentados con la presencia de la hija de su Restaurador, empezaron a sacarse los guantes que habían encarcelado por tanto tiempo sus manos habituadas al aire puro de la libertad. “/…/ “La señorita de Rosas ocupaba una de las cabeceras de la mesa; a su izquierda estaba el señor ministro de Hacienda, don Manuel Insiarte, y a su derecha el señor ministro de Su Majestad Británica, caballero Mandeville, que poco antes había dejado en su casa a Su Excelencia el señor gobernador, después de haber tenido el placer de verlo en su mesa en el convite diplomático dado en celebración del natalicio de Su Majestad la reina Victoria, igualmente que al señor ministro Arana, que después del banquete hubo retirádose a su casa, algo incomodado del estómago. “En seguida del señor Mandeville estaba doña Mercedes Rosas de Rivera, y frente a ella su hermana Agustina, teniendo a su izquierda al señor Picolet de Hermillón, cónsul general de Cerdeña; seguían después todas las principales señoras de aquella reunión federal, colocados entre ellas algunos personajes notables de la época, y conservándose los demás caballeros, unos de pie tras las sillas de las señoras, otros formando grupos en los ángulos del comedor. “Frente a la señorita Manuela, en la cabecera opuesta de la mesa, estaba sentado el general Mansilla. “Un silencio, apenas interrumpido por el ruido de la porcelana y los cubiertos, inspiraba un no sé qué de ajeno al lugar y al objeto de aquella reunión, y ponía en conflicto a la parte más crecida de los asistentes, en medio de ese silencio de funerales. ¡Era de verse la pantomima de aquellas señoras esposas de los heroicos defensores de la santa causa, al llevar cada bocado a su boca! “El tenedor se levantaba del plato con una delicadeza tal, que parecía entre los dedos el fiel de una celosa balanza, pronto a inclinarse al más ligero accidente. El pedacito de ave o de pastel era llevado a los labios con la misma delicadeza con que una persona de buen gusto lleva a las narices una delicada flor del aire, y los indecisos labios lo tomaban tiernamente, después que los ojos habían girado a derecha e izquierda para ver si alguien notaba el pecado capital de comer cuando se está para ello en una mesa. “Todos los preceptos de Catón éranse allí escrupulosamente cumplidos: el cubierto, siempre sobre el plato, y sobre el plato siempre lo que en él se había servido; esperando todos que alguien preguntase, para contestar; y como nadie preguntaba, ninguno de los convidados hablaba una palabra. “Había allí, sin embargo, una dama que comía más libremente que las otras; y era la señora esposa de don Antonio Díaz, personaje célebre de la emigración oriental que acompañó a Buenos Aires al ex presidente Oribe. Esta señora, madre de preciosas hijas que allí estaban, se entretenía en comerse medio budín, como postre de una piernita de pavo y de una tierna pechuga de gallina, que había saboreado para quitar de sus labios el gusto salado que habían dejado en ellos dos o tres rebanadas de jamón, con que la señora quiso neutralizar el gusto a manteca que había dejado en su boca un plato de mayonesa con que había empezado a preparar su apetito. “Los coroneles Salomón, Santa Coloma, Crespo, el comandante Mariño; los doctores Torres, García, González Peña; los diputados Garrigós y Beláustegui, eran de los personajes más notables que servían de caballeros federales a las damas de la mesa. Pero los coroneles y el comandante especialmente maldecían con toda buena fe al maestro de ceremonias Erézcano, que los había colocado en aquel lugar en que cada bocado se les atragantaba como una nuez. Salomón sudaba; Santa Coloma se retorcía el bigote y Crespo tosía. “El general Mansilla, que mejor que nadie conocía la ridiculez de aquel silencio y de aquella tirantez aldeánica, se fue de repente a fondo sobre el flanco de sus federales amigos. “-Bomba, señores -dijo levantándose con una copa en la mano, y con esa gracia y zafaduría peculiares al carácter del entusiasta unitario del Congreso. “Damas y caballeros se pusieron de pie. “-Brindo, señores -dijo Mansilla-, por el primer hombre de nuestro siglo, por el que ha de aniquilar para siempre el bando de los salvajes unitarios; por el que ha de hacer que la Francia se ponga de rodillas delante del gobierno de la Confederación Argentina; por el ínclito héroe del desierto; por el Ilustre Restaurador de las Leyes, brigadier don Juan Manuel Rosas; y brindo también, señores, por su digna hija, que en tal día como éste, vino al mundo para honor y gloria de la América. “Las palabras del general Mansilla fueron la mecha, y el pulmón de los ilustres convidados, fue el cañón que dio salida a la detonación de su fulminante entusiasmo. “Se acabó el silencio, se acabó la tirantez, se acabó la aldea; y comenzó el bullicio, la elasticidad y la bacanal. “-Bomba, señores -gritó el diputado Garrigós, poniéndose de pie con la copa en la mano-. Bebamos -dijo- por el héroe americano que está enseñando a la Europa que para nada necesitamos de ella, como ha dicho muy bien hace muy pocos días en nuestra Sala de Representantes el dignísimo federal Anchorena; bebamos porque la Europa aprenda a conocernos, y que sepa que quien ha vencido en toda la América los ejércitos y las logias de los salvajes unitarios, vendidos al oro inmundo de los franceses, puede desde aquí hacer temblar los viejos y carcomidos tronos de la Europa. Bebamos también por su ilustre hija, segunda heroína de la Confederación, la señorita doña Manuelita Rosas y Ezcurra. “Si el brindis del general Mansilla despertó el entusiasmo en el ánimo de los federales, el del diputado Garrigós despertó la locura dormida momentáneamente en su cerebro. Las copas se apuraron, no quedando una gota de licor, ni aun en la del caballero Mandeville, después de esa amable y lisonjera salutación a la Europa y al trono. “-Bomba, señores -dijo el presidente de la Sociedad Popular, después de haber visto las señas que le hacía su consultor Daniel Bello, que se hallaba frente a él tras las sillas de Florencia y Amalia. -Brindo, señores -dijo Salomón-, porque nuestro Ilustre Restaurador de las Leyes viva toda la vida, para que no muera nunca la Federación, ni la América, y para que... y para que... en fin, señores, viva el Ilustre Restaurador de las Leyes; su ilustre hija que hoy ha nacido; y mueran los salvajes unitarios, y todos los gringos y carcamanes del mundo. “Todos aplaudieron federalmente la improvisación de aquel digno apoyo de la santa causa. El mismo ministro británico, como también el cónsul sardo, no pudieron menos de admirar la espontaneidad de aquel discurso, y dejaron los cálices vacíos del espumoso champaña que contenían. “/…/ “Los brindis se sucedieron luego: todos iguales en el fondo, y casi hermanos carnales en la forma. “Los señores Mandeville y Picolet bebieron también a la salud de Su Excelencia el gobernador y su joven hija. “Y como tienen su fin todas las cosas de este mundo, llegó también el de la suntuosa cena del 24 de mayo de 1840. “/…/.”
José Mármol
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jueves, 11 de abril de 2013

José Marmol sobre María Josefa Ezcurra

Si hay algo que no se puede negar es que María Josefa Ezcurra no siguió los cánones de comportamiento que se esperaban de una mujer durante la primera mitad del siglo XIX. 
Nacida en Buenos Aires el 26 de noviembre de 1785, hija de Teodora de Arguibel y Juan Iganacio Ezcurra y hermana de Encarnación Ezcurra (futura esposa de Juan Manuel de Rosas), María Josefa fue una protagonista destacada del período de guerras civiles que enfrentaron a unitarios y federales. 
De joven, se casó con un primo peninsular por arreglo familiar, pero entonces ya estaba enamorada de Manuel Belgrano. Abandonada por su esposo tras los sucesos de Mayo de 1810, con 27 años y sin hijos, se dice de María Josefa que era una casada con la libertad de una viuda. Entonces, con gran valentía y arrojo, acompañó a Belgrano en su campaña al Norte, y allí mismo quedó embarazada del general. 
Pedro Pablo nació en Santa Fe y luego fue adoptado por su hermana Encarnación, recién casada con Rosas, quien le dio su apellido. Recién a los 18 años, el niño conocería su verdadera filiación. En tanto, durante aquellos años de guerra civil, María Josefa se puso al servicio del proyecto político de su cuñado. Esto le granjeó grandes críticas de parte de sus rivales liberales y unitarios. Entre sus máximos detractores se encontró José Marmol, quien la caracterizó en su novela Amalia, como una febril activista y dirigente de sectores populares, sobre todo los mulatos, en una relación de tipo clientelar. 
En su casa de la calle Alsina -según se ha dicho- se manejaban muchos de los resortes más importantes del poder rosista. Sin embargo, su relación con Rosas fue zigzagueante y se habría alejado de él hacia el final de su gobierno. En esta oportunidad, para recordar su nacimiento, reproducimos un fragmento de Amalia, que debe interpretarse a la luz del odio que despertaba su figura entre los exiliados antirrosistas. 

 Fuente: José Mármol, Amalia, Buenos Aires, Ramon Espasa y Compañía Editores, pág. 158.

   photo ELDESCANSO_zps00151cd0.png "Baste decir, por ahora, que en la hermana política de don Juan Manuel de Rosas, estaban refundidas muchas de las malas semillas que la mano del genio enemigo de la humanidad arroja sobre la especie, en medio de las tinieblas de la noche, según la fantasía de Offmann. Los años 33 y 35 no pueden ser explicados en nuestra historia sin el auxilio de la esposa de don Juan Manuel de Rosas, que sin ser malo su corazón, tenía, sin embargo, una grande actividad y valor de espíritu para la intriga política; y los 39, 40 y 42 no se entenderían bien si faltase en la escena histórica la acción de doña María Josefa Ezcurra. Esas dos hermanas son verdaderos personajes políticos de nuestra historia, de los que no es posible prescindir, porque ellas mismas no han querido que se prescinda; y porque, además, las acciones que hacen relación con los sucesos públicos no tienen sexo. La naturaleza no predispuso la organización de la hermana política de Rosas para las impresiones especiales de la mujer. La actividad y el fuego violento de pasiones políticas debían ser el alimento diario del alma de esa señora. Circunstancias especiales de su vida habían contribuido a desenvolver esos gérmenes de su naturaleza. Y la posición de su hermano político y las convulsiones sangrientas de la sociedad argentina le abrían un escenario vasto, tumultuoso y terrible, tal cual su organización lo requería. Sin vistas y sin talento, jamás un ser oscuro en la vida del espíritu ha prestado servicios más importantes a un tirano que los que a Rosas la mujer de que nos ocupamos; por cuanto la importancia de los servicios para con Rosas estaban en relación con el mal que podía inferir a sus semejantes; y su cuñada con un tesón, una perseverancia y una actividad inauditos le facilitaba las ocasiones en que saciar su sed abrasadora de hacer el mal. Esta señora, sin embargo, no obraba por cálculo, no; obraba por pasión sincera, por verdadero fanatismo por la Federación y por su hermano; y ciega, ardiente, tenaz en su odio a los unitarios, era la personificación más perfecta de esa época de subversiones individuales y sociales, que había creado la dictadura de aquél." José Marmol Fuente: www.elhistoriador.com.ar

martes, 9 de abril de 2013

Amalia, de José Mármol

Imagina como cenaba Rosas(2) “De una situación semejante sólo la fortuna podía libertar a Rosas; pues de aquélla no se podía deducir lógica y naturalmente sino su ruina próxima. “Él trabajaba, sin embargo; acudía a todas partes con los elementos y los hombres de que podía disponer. Pero se puede repetir que sólo esa reunión de circunstancias prósperas e inesperadas que se llama fortuna era lo único con que podía contar Rosas en los momentos que describimos: tal era pues su situación en la noche en que acaecieron los sucesos que se conocen ya. Y es durante ellos, es decir, a las doce de la noche del 4 de mayo de 1840, que nos introducimos con el lector a una casa, en la calle del Restaurador. “/…/ “-¡Manuela! -gritó Rosas luego que salió Corvalán, entrando al cuarto contiguo, donde ardía una vela de sebo cuyo pabilo carbonizado dejaba esparcir apenas una débil y amarillenta claridad. “-¡Tatita! -contestó una voz que venía de una pieza interior. Un segundo después apareció aquella mujer que encontramos durmiendo sobre una cama, sin desvestirse. “Era esa mujer una joven de veintidós a veintitrés años, alta, algo delgada, de un talle y de unas formas graciosas, y con una fisonomía que podría llamarse bella, si la palabra "interesante" no fuese más análoga para clasificarla. “/…/ “-¿Quiere usted comer, tatita? “-Sí, pide la comida. “Y Manuela volvió a las piezas interiores, mientras Rosas se sentó a la orilla de una cama, que era la suya, y con las manos se sacó las botas, poniendo en el suelo sus pies sin medias, tales como habían estado dentro de aquéllas; se agachó, sacó un par de zapatos de debajo la cama, volvió a sentarse, y, después de acariciar con sus manos sus pies desnudos, se calzó los zapatos. Metió luego la mano por entre la pretina de los calzones, y levantando una finísima cota de malla que le cubría el cuerpo hasta el vientre, llevó la mano hasta el costado izquierdo, y se entretuvo en rascarse esa parte del pecho, por cuatro o cinco minutos a lo menos; sintiendo con ello un verdadero placer, esa organización en quien predominan admirablemente todos los instintos animales. “No tardó en aparecer la joven hija de Rosas, a prevenir a su padre que la comida estaba en la mesa. “En efecto, estaba servida en la pieza inmediata, y se componía de un grande asado de vaca, un pato asado, una fuente de natas y un plato de dulce. En cuanto a vinos, había dos botellas de Burdeos delante de uno de los cubiertos. Y una mulata vieja, que no era otra que la antigua y única cocinera de Rosas, estaba de pie para servir a la mesa. “/…/ “-¿Quieres asado? -dijo a Manuela cortando una enorme tajada que colocó en su plato. “-No, tatita. “-Entonces come pato. “Y mientras la joven cortó un alón del ave y lo descarnaba más bien por entretenimiento que otra cosa, su padre comía tajada sobre tajada de carne, rociando los bocados con repetidos tragos. “/…/ “Y se echó un vaso de vino a la garganta, mientras su hija, colorada hasta las orejas, enjugaba con los párpados una lágrima que el despecho le hacía brotar por sus claros y vivísimos ojos. “Rosas comía entretanto con un apetito tal, que revelaba bien las fibras vigorosas de su estómago, y la buena salud de aquella organización privilegiada, en quien las tareas del espíritu suplían la actividad que le faltaba al presente. “Luego del asado comióse el pato, la fuente de nata y el dulce.”...


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sábado, 6 de abril de 2013

Luciano Pereyra


Luciano Pereyra  
Luciano nació en la ciudad de Luján, y desde muy pequeño comenzó a tocar la guitarra y a cantar. Inició su carrera actuando en varios lugares de la provincia de Buenos Aires y presentándose en Radios y Televisión. Con 17 años obtuvo el Premio Consagración del Festival de Doma y Folclore Jesús María ´99 en Córdoba y el premio Consagración Baradero ´99. Deslumbró en el Festival de Cosquín y al año siguiente se llevó el Premio Consagración Cosquín 2000. En 1998, apoyado por su padrino artístico Horacio Guarany, lanzó su primer disco, titulado "Amaneciendo", con el que logró el Cuádruple Platino (más de 260 mil unidades vendidas). Su segundo trabajo, "Recordándote" (2000), llegó a ser Disco de Platino, agregándose luego el bonus track “Sólo le pido a Dios” que lo llevó a ser el representante latino en el Jubileo del 2000 en Roma, donde cantó ante el Papa Juan Pablo II y más de dos millones de jóvenes de todo el mundo. Su tercer material, “Soy tuyo”, se encuentra a la venta desde Julio de 2002. Con producción de Cachorro López y reconocidos autores. Baladas, un bolero, un tango y una chacarera, son algunos de los ritmos que demuestran su capacidad para adaptarse a distintos géneros. En el año 2004 saca a la venta su disco titulado “Luciano”. El material cuenta con la producción de Cachorro López y tira cada vez más al pop romántico que al folklore de sus inicios. En el 2006 lanza “Dispuesto a amarte”, quinto disco de su carrera, con el que abre una nueva etapa internacional en su música personal. Grabado en los estudios Miami Beach en Florida, cuenta con 5 composiciones propias del artista del total de 14 canciones que componen el álbum y su primer corte de difusión se titula "Porque aún te amo", canción que fue escrita por el reconocido productor Rudy Pérez. En 2009, editó "Festejando 10 años junto a vos", un trabajo en vivo, compuesto por Cd + Dvd, con sus grandes éxitos. En 2010, luego de haber sufrido una operación de esófago, vuelve recuperado y lanza un exitoso álbum, "Volverte a ver". El corte de difusión es "El vestido rojo", acompañado de un videoclip en el cual participó la modelo Sofía Zámolo. El 6 de Marzo de 2012, Luciano Pereyra lanza al mercado "Con alma de pueblo", un álbum con el cual retoma las raíces folclóricas. Entre canciones de su autoría también se destacan composiciones del repertorio popular, como "Zamba para olvidar", "Memorias de una vieja canción" y "Mis noches sin ti". El disco cuenta con las colaboraciones de Horacio Guarany, Peteco Carabajal, Chango Spasiuk y Juanjo Dominguez. www.lucianopereyra.com/

Manuel García Ferré, creador de 'El libro gordo de Petete'




Manuel García Ferré, creador de historietas, dibujos animados y programas infantiles como El libro gordo de Petete, murió este jueves durante una operación en Buenos Aires. Tenía 83 años. García Ferré era español, pero había desarrollado toda su carrera en Argentina. 
Sus éxitos televisivos fueron vistos por generaciones de niños de toda no sólo en Argentina sino también en toda Latinoamérica y España.
El padre de personajes como Petete, Anteojito, Hijitus, Larguirucho, Calculín, Oaky, Neurus, Trapito, Ico y Pantriste había nacido en Almería el 8 de octubre de 1929. 

Allí vivió hasta los 17 años, en 1946, en la posguerra, cuando toda su familia se mudó a Buenos Aires. “Siempre me ha gustado hacer caricaturas, dibujos, hacer muñecos. Cuando era chico me hacía mis propios juguetes con alambres, con maderas, me gustaba facilitar con las manos hasta la escultura. Tenía cierta técnica”, recordaba García Ferré, que también vinculaba su obra con la experiencia de la Guerra Civil: “Mis personajes tienen un fin didáctico o moralizador porque expresan ternura, sabiduría en lugar de violencia o expresiones de mal gusto. Creo que haber sufrido la Guerra Civil hizo surgir en mí la idea de buscar personajes que fueran símbolos de comprensión y de paz”.
El joven andaluz se apuntó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires y comenzó a trabajar para agencias de publicidad. Debutó como dibujante en la revista infantil Billiken con un personaje llamado Pi-Pío. Un anuncio televisivo hizo famoso a Anteojito y en 1964 creó su propia revista con el nombre de ese superhéroe argentino. Anteojito fue leída por generaciones de niños argentinos, que la solían usar para sus tareas escolares, hasta que desapareció en plena crisis de 2002. El dibujante también creó la enciclopedia El libro gordo de Petete y revistas que no se dirigían a un público infantil, como Ser padres hoy y Muy interesante, de divulgación científica.
En 1967, salió de las manos de García Ferré ó el primer dibujo animado de Argentina, Las aventuras de Súper Hijitus, que permaneció en el aire hasta 1974 y que todavía se reproduce en la televisión local. En los años setenta y ochenta, el dibujante produjo el programa televisivo El libro gordo de Petete, con la presentadora Gachi Ferrari. El ciclo se emitió también en España y la mayoría de los países latinoamericanos.
García Ferré rodó seis películas de dibujos animados, como Trapito, Ico: el caballito valiente, Pantriste y Manuelita, inspirado en la tortuga de la canción de María Elena Walsh. Su último filme data de 2012, cuando ya tenía 82 años, y se llamó Soledad y Larguirucho, con la actuación de la cantante folklórica Soledad Pastorutti.
“Los valores que mueven a todos mis personajes yo los saco de la misma humanidad, los saco de la calle y la experiencia aporta muchísimo”. García Ferré justificaba el contenido dramáticos de algunas de sus películas: “Llorar es sano porque es demostrar que hay corazón, que hay sentimientos, que hay bondad. Se llora cuando realmente hay una causa que provoca el llanto, pero si la realidad me lleva a esa situación, tampoco la ignoro. Llorar es muy humano, lo mismo que reír. Son los dos extremos que nos hacen diferentes a cualquier otra especie: saber reír, saber llorar”.

Lo llevaremos en nuestro corazón, es nuestro Walt Disney argentino.
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lunes, 1 de abril de 2013

Manuel García Ferré

LOS PERSONAJES DE MANUEL GARCÍA FERRÉ VARIOS DE GARCÍA FERRÉ PI PÍO Muchos de los grandes personajes creados por Manuel García Ferré surgieron de su primera tira, "Las Aventuras de Pí-Pío", una historieta publicada por primera vez en el año 1952 en la revista Billiken (dirigida por Constancio Vigil), y que se extendió a lo largo de 6 años, para ser reeditada, más adelante, en la "Revista Anteojito". El protagonista de esa primera tira era, justamente, el bondadoso canario Pi-Pío (dibujo de la izquierda), quien originalmente era un linyera, para finalmente transformarse en el "sheriff" de la imaginaria "Villa Leoncia". 
Las tiras de Pi Pío se caracterizaban por un dibujo paródico y por la esquematización comprensiva de ciertas escenas que describían ingenios de guerra, buques, aparatos varios, etc. En esa historieta aparecía el enemigo usual contra quien debía luchar Pi Pío, o sea "Paco Pum". Otros personajes frecuentes en esa tira eran Ovidio (el caballo de Pi-Pío) y Calculín (dibujo de la derecha), que era un niño muy inteligente que, contrariamente a Pi-Pío, más que el corazón usaba la cabeza. A Calculín le gustaba estudiar mucho, sabía infinidad de cosas, y comía vitaminas cuando no se le ocurría una idea. Gráficamente, Calculín se destacaba por poseer como cabellos un libro, denotando conocimiento y sabiduría. Vale señalar que el nombre original de Calculín era "Formulín", ya que así aparecía en esa historieta. Puede ver una linda imágen de los 3 personajes juntos (Pi-Pío, Ovidio y Calculín) haciendo click aquí. CALCULIN HIJITUS Sería en septiembre del año 1955, en uno de los episodios de las "Aventuras de Pi-Pío", cuando debutaría uno de los primeros personajes que conseguiría una gran popularidad entre los niños de Argentina: Hijitus (dibujo de la izquierda). Este tierno personaje, creación de García Ferré, fue el primer superhéroe argentino. En su primera aparición, donde gráficamente sería bastante distinto (click aquí) había sido presentado como un chico muy andrajoso (su "sombreritus", en realidad un sombrero de copa, mantuvo siempre un aspecto algo descosido), pero poco a poco fue evolucionando, hasta convertirse en personaje central de su propia tira. Justamente acerca de su evolución García Ferré comentó: "El primer Hijitus es un chico de expresión triste y la alta galera mágica, que le sirve para transformarse en el superhéroe Superhijitus, aparece muy maltrecha. A medida que pasa el tiempo la imagen va recuperando el humor hasta ser un personaje sonriente y afectuoso que arrastra un piolín con latas de conserva usadas." Hijitus era una fiel caricatura de los personajes y costumbres porteñas. En sus historietas era un héroe muy especial, ya que las tiras poseían toda una galería de personajes bien definidos, y el personaje se movía dentro de un ambiente perfectamente descripto, es decir, existía todo un microcosmos dentro del cual se desenvolvían sus aventuras. Como se dijo, en sus comienzos Hijitus vivía en Villa Leoncia, aunque luego viviría en un tubo de construcción en las afueras de Trulalá, junto a su fiel perro Pichichus (derecha), último ejemplar de la raza ficticia "Pichichus Vagabundis", y que era un compañero muy bueno en "espionaje" (rastreaba y le llevaba la información a su amo); además, aunque no hablaba, sus ladridos eran comprendidos por la mayoría de los personajes de la serie. Y otro personaje que vivía en Trulalá (en este caso en el zoológico) era el Boxitracio, un animal ficticio semejante a los canguros, muy alegre, que tenía una extraña forma de comunicarse: "Tere quete tere quete ua ua ua", y al que le gustaba el boxeo. PICHICHUS SUPERHIJITUS Cuando había una injusticia, Hijitus adquiría superpoderes, ya que se convertía en un héroe con capa y hélice: "Súper Hijitus" (dibujo de la izquierda). Para lograr eso, se ocultaba dentro de su sombrero, realizando una invocación ("sombrero, sombreritus, conviérteme en Superhijitus"), y emergía ya con la indumentaria del superhéroe al grito de "chucu-chucu chucu-chucu" (click aquí). Hijitus no tenía límites para su campo de acción, sus aventuras se proyectaban en el tiempo y en el espacio sin perder su principal identidad, ser un súper héroe argentino, con una fantasía generosamente distribuida y cuidadosamente dosificada. Por su parte, los "villanos", o sea los enemigos de Hijitus, de tan malos, eran tontos (el mejor ejemplo de esto último era Larguirucho). El rival más famoso de Hijitus era el Profesor Neurus (a quien vemos en el dibujo de la derecha junto a su ayudante, Pucho). Neurus era un "profesor" de una especialidad indefinida, y muy nervioso, prepotente e irritable. Entre sabio maligno, investigador perverso, y científico ambicioso con ganas de apoderarse del mundo, Neurus era el jefe de una banda de inútiles que lo volvían loco, entre los que se contaban Pucho (era su mano derecha, hablaba como un "malevo", tocaba el bandoneón, y remataba sus frases con un tango, mientras vivía en camiseta y huía del trabajo), Serrucho (un ratón dientudo a quien no se lo entendía nada cuando hablaba), el ya mencionado Larguirucho y, ocacionalmente, Kechum (un mecánico primo de Pucho). Vale señalar que Serrucho tenía una identidad secreta, ya que actuaba, a veces, como "El Gran Hampa". PUCHO Y NEURUS OAKY En Villa Leoncia, Hijitus era vecino de otro personaje famoso, Oaky (izquierda), el caprichoso y malcriado hijo del millonario Gold Silver. Travieso, justo y decidido, aparentaba ser un bebé, ya que estaba envuelto en una especie de pañal largo y caminaba como un gusanito, pero andaba armado con dos revólveres, y siempre buscaba aventuras. Era amigo de Larguirucho, sobre todo porque éste tenía "calle", y aparecía en sus tiras. Su latiguillo era "lompo el alma, cosa golda". Tenía su corazoncito, ya que estaba enamorado de "la vecinita de enfrente". Por su parte, Gold Silver, el hombre más rico y poderoso de Trulalá, era una persona despistada, a quien no se le conocía esposa ni profesión, que tenía un mayordomo llamado "Gutiérrez" (quien en ocasiones actuó como delincuente), y que cedía a los caprichos de su único hijo (Oaky). Hijitus solía luchar contra el mal, a veces junto a Oaky, y otras veces junto a "El Comisario" (click aquí); éste personaje, que dormía la siesta y tomaba mate amargo, representaba a la autoridad, y tenía una frase incofundible "marche preso, desacatao". Por otra parte, otra clásica rival de Hijitus era la bruja Cachavacha, quien tenía su propia escoba voladora y una "telebola"; era experta en yuyos y brebajes, y vivía en las afueras de Trulalá, en su "Covacha", junto a su fiel compañero (y secretario) el Búho (click aquí para ver a ambos). Sin embargo, la mayor rival de Cachavacha era el Hada Patricia. HIJITUS Y PICHICHUS PICHICHUS E HIJITUS Hijitus alcanzó el éxito con los episodios televisivos producidos entre 1967 y 1974, debido a que a fines de los '60 no existían competidores, en cuanto a series de dibujos animados, en la televisión argentina, para los estudios americanos y japoneses. En esa época, hasta que apareció Hijitus, los japoneses Meteoro y Astroboy, y los americanos Pato Lucas, Bugs Bunny, los Picapiedras o los Supersónicos, dominaban la pantalla chica. En varios países, solo existían alternativas en el campo de las historietas. En la Argentina, tenían gran peso, entre las historietas, Patoruzú, Isidoro o Mafalda. Fue así que, de la misma forma que los diarios publicaban tiras diarias, Manuel García Ferré creó una "tira diaria animada", Hijitus, en el año 1967. Cada día, en cinco horarios distintos, se emitía un episodio de 1 minuto, que culminaba a fin de mes. Se realizaron 52 aventuras a lo largo de 7 años. A raíz del éxito del dibujo animado, el canal 13 de TV (de Buenos Aires), puso en el aire los Domingos por la mañana "El Club de Hijitus", programa transmitido en vivo, en el cual actores disfrazados de los personajes realizaban entretenimientos con la participación del público. Otro atractivo del programa era la retransmisión de los cinco episodios emitidos durante la semana en un solo bloque de cinco minutos. Reafirmando su calidad, cada tanto se repusieron los viejos episodios por TV, transmitiendo incluso una aventura completa de media hora cada día. Hijitus pasó luego al cine, merced a la recopilación de tres capítulos de la TV (Las aventuras de Hijitus). También apareció en ropa, juguetes, discos, figuritas y festivales. Puede ver la portada de un disco (con Larguirucho, Oaky e Hijitus) haciendo click aquí. Hijitus pasó desde la TV hasta los comics cuando, al poco tiempo, comienza a salir en historietas dentro de la "Revista Antifaz". Dos años más tarde, en 1969, estrena su propia revista, "Aventuras de Hijitus", que se editó durante 10 años. Reapareció en pocas ediciones en 1983. En el año 1994, regresó como invitado especial en un capítulo doble en la "Revista Anteojito". En Marzo de ese mismo año comenzaron las historias de 16 capítulos; la primera de estas historias se llamó "Un extraño ladrón" (click en la imagen de la derecha para ver un episodio); otras tiras famosas fueron: "La isla flotante", "Gold Silver nuclear", "Neurus héroe", etc. Un producto muy popular fue el cacao para preparar con leche llamado "Nutri, Súper Hijitus". Además, el chocolatín Jack, traía en su interior un pequeño juguete, tomado de los personajes de la tira. Cada año se realizaba una colección nueva. Hoy en día, quienes guardaron esos muñequitos los atesoran como si fueran una obra de arte (click aquí para ver una linda colección de muñequitos). Hijitus fue recuperado por los mayores y compartido con los hijos, con un éxito tal que motivó realizar mas aventuras, ahora con color por computadora y temas mas actuales, pero con la magia de siempre porque ya Hijitus es una leyenda. VER TIRA GARCIA FERRE LARGUIRUCHO Mientras tanto, dentro de una gran galería de personajes, se destacaba Larguirucho, quien, como se dijo, al principio era uno de los "villanos tontos". Era el típico "bonachón del barrio", y el más gracioso de toda la serie. Simple y con pocas luces, no se sabía muy bien si era malo, bueno o tonto. Siempre metía la pata, y, débil de carácter, hacía lo que los demás le pedían (lo cual lo perdía). Así, Larguirucho podía ser fácilmente influido por el profesor Neurus para que trabaje para él en sus maléficos planes. De esta manera a veces trabajaba para los malos y otras para los buenos, siendo un personaje acomodaticio a las situaciones. Solía decir refranes, y era medio sordo, por eso repetía: "hablá mas fuerte que no te escucho". En muchas oportunidades, Larguirucho (e incluso alguna vez Neurus) era aliado de Hijitus para combatir una amenaza mayor. El personaje aparecía, con una tira propia, en la "Revista Anteojito" (como "Las desventuras de Larguirucho"), y, más adelante, tuvo su propia Revista. Larguirucho no solo llegó a protagonizar su propia película ("Larguirucho soldado"), sino que apareció, dada su enorme popularidad, en casi todas las otras películas de García Ferré, como un personaje secundario, pero siempre cómico. Otro personaje de García Ferré que se hizo famoso con el tiempo es el pequeño pingüino proveniente de la Antártida Petete (derecha), quien surgió como el hijo de dos personajes de muy breve aparición, los pingüinos Malvino y Argentina. Petete usaba siempre un gorro de lana con pompón encima y un chupete colgando del cuello. Apareció además en la serie de cortos para TV "El Libro Gordo de Petete", que estaba relacionado con la gran enciclopedia de igual nombre. También hay que mencionar al espantapájaros Trapito (protagonista de una película, en el año 1975, junto a Petete), al "Patriarca de los pájaros", a Raimundo (un niño travieso, adoptado con el tiempo por Larguirucho), a Buzoncito, al Dragoncito Chipy, al gato Meethoven, a Dedonegro, al robot Truku, al Director del Museo, etc. Hoy día, se intenta que los personajes de García Ferré sigan vigentes a pesar de la desaparición de las antiguas revistas, y, sobre todo, del paso del tiempo, con publicaciones que incluyan, además de los textos, diversos videos, imágenes, juegos, etc. PETETE ANTEOJITO 
 En cuanto al famoso Anteojito, se puede decir que era un niño de aproximadamente 8 años, amigo de Calculín, muy tranquilo e inteligente, que vivía con su tío Antifaz. Su amor era una compañerita del colegio, y se decía que era primo de Hijitus. Anteojito y Antifaz aparecían en dos formatos de historietas distintos, uno era con viñetas numeradas sin globos de diálogos, con un texto inferior de dos líneas en verso (click aquí) que finalizaba con la frase "¡Intríngulis-Chíngulis! ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh!", y el otro con viñetas comunes, con globos de diálogo, en episodios continuados. Como se dijo, tuvieron sus propias revistas. 
También hubo una película: "Mil intentos y un invento".
Todas las ilustraciones y personajes son propiedad de Manuel García Ferré.
Fuente  http://www.todohistorietas.com.ar/ferre.htm





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