Sus éxitos televisivos fueron vistos por generaciones de niños de toda no sólo en Argentina sino también en toda Latinoamérica y España.
El padre de personajes como Petete, Anteojito, Hijitus, Larguirucho, Calculín, Oaky, Neurus, Trapito, Ico y Pantriste había nacido en Almería el 8 de octubre de 1929.
Allí vivió hasta los 17 años, en 1946, en la posguerra, cuando toda su familia se mudó a Buenos Aires. “Siempre me ha gustado hacer caricaturas, dibujos, hacer muñecos. Cuando era chico me hacía mis propios juguetes con alambres, con maderas, me gustaba facilitar con las manos hasta la escultura. Tenía cierta técnica”, recordaba García Ferré, que también vinculaba su obra con la experiencia de la Guerra Civil: “Mis personajes tienen un fin didáctico o moralizador porque expresan ternura, sabiduría en lugar de violencia o expresiones de mal gusto. Creo que haber sufrido la Guerra Civil hizo surgir en mí la idea de buscar personajes que fueran símbolos de comprensión y de paz”.
El joven andaluz se apuntó a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires y comenzó a trabajar para agencias de publicidad. Debutó como dibujante en la revista infantil Billiken con un personaje llamado Pi-Pío. Un anuncio televisivo hizo famoso a Anteojito y en 1964 creó su propia revista con el nombre de ese superhéroe argentino. Anteojito fue leída por generaciones de niños argentinos, que la solían usar para sus tareas escolares, hasta que desapareció en plena crisis de 2002. El dibujante también creó la enciclopedia El libro gordo de Petete y revistas que no se dirigían a un público infantil, como Ser padres hoy y Muy interesante, de divulgación científica.
En 1967, salió de las manos de García Ferré ó el primer dibujo animado de Argentina, Las aventuras de Súper Hijitus, que permaneció en el aire hasta 1974 y que todavía se reproduce en la televisión local. En los años setenta y ochenta, el dibujante produjo el programa televisivo El libro gordo de Petete, con la presentadora Gachi Ferrari. El ciclo se emitió también en España y la mayoría de los países latinoamericanos.
García Ferré rodó seis películas de dibujos animados, como Trapito, Ico: el caballito valiente, Pantriste y Manuelita, inspirado en la tortuga de la canción de María Elena Walsh. Su último filme data de 2012, cuando ya tenía 82 años, y se llamó Soledad y Larguirucho, con la actuación de la cantante folklórica Soledad Pastorutti.
“Los valores que mueven a todos mis personajes yo los saco de la misma humanidad, los saco de la calle y la experiencia aporta muchísimo”. García Ferré justificaba el contenido dramáticos de algunas de sus películas: “Llorar es sano porque es demostrar que hay corazón, que hay sentimientos, que hay bondad. Se llora cuando realmente hay una causa que provoca el llanto, pero si la realidad me lleva a esa situación, tampoco la ignoro. Llorar es muy humano, lo mismo que reír. Son los dos extremos que nos hacen diferentes a cualquier otra especie: saber reír, saber llorar”.
Lo llevaremos en nuestro corazón, es nuestro Walt Disney argentino.
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