No importa que no sepas
cuándo te toca la incandescencia del aire.
Lo importante es que la recibas
y más importante aún
que abras así el país de la bondad.
Los sueños no saben nada de sí mismos.
También el aire se ignora
y entra
para hermosearse en tu hermosura.
En su cristal canta su rostro
como una patria.
Juan Gelman
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