Todavía en nuestro tiempo hay personas que se complacen en declarar que los perros son más leales y sinceros que los humanos. Cabe sobre esto una pequeña reflexión. Tal vez sea cierto que los perros no traicionan. Pero esto no es en realidad una virtud del animal. Ocurre simplemente, que la módica organización mental del perro le impide realizar procesos tan complicados como una estafa. Es decir: los perros no pueden traicionarnos, por la misma razón que no se les permite escribir novelas. Hoy cuando ya no existe la Agencia Amigos de Ocasión, vale la pena preguntarse si no será necesario inventar algo para reemplazarla. Será difícil, desde luego. Nadie podrá rescatar a los amigos perdidos. Poco podrá hacerse para librarnos de los desconocidos que llenan nuestro tiempo. En todo caso, cada uno de nosotros deberá cuidar lo poco que tenga. [...]
Se trata únicamente de sentarse un rato en la vereda o de matear en silencio con los que están más cerca de nuestro espíritu. Si uno no tiene ya a los de antes, cabe decir que tal vez existen en el mundo amigos viejos a los que todavía no conocemos...
Fragmentos de "La decadencia de la amistad" - Alejandro Dolina.

No hay comentarios:
Publicar un comentario