Hay que andar por el mundo como si no importara.
Sin preguntar el nombre del pájaro y la planta,
ni al capitán del buque, a dónde lleva agua.
Mirar al otro lado del que todos señalan,
que es allí, dónde crece la rosa inesperada.
hablar con el herrero, del caballo y la fragua,
pero mirando al fuego, con atenta mirada;
puede que en un silencio, veas la salamandra.
Crear el nombre hermoso de alguna imaginaria mujer,
y luego a todos preguntarles con ansia:
Si no la han visto, acaso te lleven a su casa...
En la copa vacía beber con esperanza,
tal vez una divina locura, de cristal guarda.
Sacar siempre a los ojos, el aire azul del alma,
ver lo que nunca alcanza la mirada...
Conrado nalé roxlo
viernes, 31 de octubre de 2014
sábado, 25 de octubre de 2014
EL GRILLO!!!
EL GRILLO!!!
Música porque sí, música vana
como la vana música del grillo;
mi corazón eglógico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.
¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que en mi nueva condición de grillo
veo todo a lo grillo esta mañana?
¡Qué bien suena la flauta de la rana!...
Pero no es son de flauta: en un platillo
de vibrante cristal de a dos desgrana
gotas de agua sonora.¿Qué sencillo
es a quién tiene corazón de grillo
interpretar la vida esta mañana!
De El grillo, 1925.
Conrado Nalé Roxlo, poeta argentino.
Música porque sí, música vana
como la vana música del grillo;
mi corazón eglógico y sencillo
se ha despertado grillo esta mañana.
¿Es este cielo azul de porcelana?
¿Es una copa de oro el espinillo?
¿O es que en mi nueva condición de grillo
veo todo a lo grillo esta mañana?
¡Qué bien suena la flauta de la rana!...
Pero no es son de flauta: en un platillo
de vibrante cristal de a dos desgrana
gotas de agua sonora.¿Qué sencillo
es a quién tiene corazón de grillo
interpretar la vida esta mañana!
De El grillo, 1925.
Conrado Nalé Roxlo, poeta argentino.
lunes, 20 de octubre de 2014
LOS ESTORNUDOS
Los estornudos no suelen traer nada bueno, decían las viejas de antes, y tenían razón; pues lo que traen o anuncias, rapé aparte, es un resfriado.
Pero yo sé de unos estornudos que fueron el soplo inspirador de cierta notable pieza literaria; y eso que no fueron musicales expresiones de una nariz célebre por su belleza, como la de Cleopatra, cosa que habría justificado un madrigal, sino rotundas explosiones de las de un chinito, bastante retobado él, inspector de escuelas provinciales.
Misterios de la poesía que la ciencia no se explica.
Las cosas ocurrieron así.
El señor inspector penetró en el aula, y, tras de retribuir con una sonrisa de vinagre de luto los almíbares que se desparramaban por la bondadosa cara de la señorita Italia Migliavacca, mi inolvidable maestra de primeras letras, subió a la tarima, tarima que crujió gentilmente para ponerse a tono con los zapatos amarillos del señor inspector. Y vino, naturalmente, una alocución, como ellos dicen.
-Niños que en este ámbito del saber primario sorbéis las materias como la enredadera sorbe el sol...
¡atchís! -¡Salud, señor inspector! -prorrumpió la clase en pleno.
El inspector pasó una mirada furibunda por los bancos mientras se llevaba a su importante apéndice nasal un pañuelito muy bien planchado, que luego volvió a doblar y colocar en el bolsillo superior de su saco negro con trencilla, y retomó el hilo del discurso:
-El sol!...,el sol!... ¡atchís!
Martirena me dijo por lo bajo, pero de modo que sonó bien alto:
-Debe ser un resfrío de sol...
El inspector intentó matarlo de una mirada y continuó:
-El sol o, mejor dicho, sus rayos, llamados también irradiación febea...¡atchís!
-¡Salud, señor inspector! -volvimos a decir a coro, creyendo proceder muy correctamente.
La señorita nos hacía señas de que no insistiéramos, pero nosotros éramos muy bien educados y no perdonábamos estornudo.
Y éstos se sucedían cada vez con mayor frecuencia, y el inspector, par retomar el hilo de la perorata, tenía antes que retomar el hilo del pañuelo, suponiendo que lo fuera.
Hasta que, con un violento "buenas tardes", se despidió y se fue como una tromba a ponerse sinapismos, sin duda. Ya alejado el ogro, la clase en pleno soltó la carcajada, y muchos se pusieron a estornudar por burla.
-Niños -dijo severamente la señorita Italia-, nunca debemos burlarnos de los defectos físicos del prójimo. Y para aleccionarnos trajo al día siguiente, pues era repentista, la fábula que va a leerse y que felizmente guardo entre mil cuadernos escolares.
EL CANARIO Y EL JAMELGO
Cierto coche de punto, también puede llamárselo de plaza, que formaba conjunto con un jamelgo de raída traza, y un anciano cochero, en el pescante, detúvose delante de una pajarería en cuya puerta un canario, infatuado tenorino, con sutil artificio, sacaba dulce trino de melodías rico de su órgano bucal al orificio también llamado pico.
El equino aludido, cuyo nombre vulgar era "Pirincho", no con mala intención, de distraído, dejó escapar un natural relincho. (Expresión incorrecta, sea dicho, mas perdonable en tan humilde bicho.)
La gente que lo oyó, de baja estofa, elogiando al canario melodioso cubrió al jamelgo de improperio y mofa. Pasó el tiempo premioso, y ambas bestias murieron a su hora, y escuchad, niños, lo que viene ahora.
El canario, ya inútil, fue a parar a infecto muladar, y, en cambio, con las tripas del rocín hicieron varias cuerdas de violín, en que un artista joven interpretó a Mozart, Verdi, Beethoven.
MORALEJA
No desprecies, ¡oh, niño!, al que algún día estornudó en momento inadecuado, pues, como aquel caballo mal juzgado, puede esconder torrentes de armonía.
A nosotros nos gustó mucho la fábula.
Pero la señora directora no le permitió que se la mandara como desagravio al inspector, pues dijo que ciertas comparaciones podrían no ser bien interpretadas por éste.
Mi querida maestra fue una incomprendida en el ambiente educacional de su época: era una precursora.
Conrado Nalé Roxlo
Pero yo sé de unos estornudos que fueron el soplo inspirador de cierta notable pieza literaria; y eso que no fueron musicales expresiones de una nariz célebre por su belleza, como la de Cleopatra, cosa que habría justificado un madrigal, sino rotundas explosiones de las de un chinito, bastante retobado él, inspector de escuelas provinciales.
Misterios de la poesía que la ciencia no se explica.
Las cosas ocurrieron así.
El señor inspector penetró en el aula, y, tras de retribuir con una sonrisa de vinagre de luto los almíbares que se desparramaban por la bondadosa cara de la señorita Italia Migliavacca, mi inolvidable maestra de primeras letras, subió a la tarima, tarima que crujió gentilmente para ponerse a tono con los zapatos amarillos del señor inspector. Y vino, naturalmente, una alocución, como ellos dicen.
-Niños que en este ámbito del saber primario sorbéis las materias como la enredadera sorbe el sol...
¡atchís! -¡Salud, señor inspector! -prorrumpió la clase en pleno.
El inspector pasó una mirada furibunda por los bancos mientras se llevaba a su importante apéndice nasal un pañuelito muy bien planchado, que luego volvió a doblar y colocar en el bolsillo superior de su saco negro con trencilla, y retomó el hilo del discurso:
-El sol!...,el sol!... ¡atchís!
Martirena me dijo por lo bajo, pero de modo que sonó bien alto:
-Debe ser un resfrío de sol...
El inspector intentó matarlo de una mirada y continuó:
-El sol o, mejor dicho, sus rayos, llamados también irradiación febea...¡atchís!
-¡Salud, señor inspector! -volvimos a decir a coro, creyendo proceder muy correctamente.
La señorita nos hacía señas de que no insistiéramos, pero nosotros éramos muy bien educados y no perdonábamos estornudo.
Y éstos se sucedían cada vez con mayor frecuencia, y el inspector, par retomar el hilo de la perorata, tenía antes que retomar el hilo del pañuelo, suponiendo que lo fuera.
Hasta que, con un violento "buenas tardes", se despidió y se fue como una tromba a ponerse sinapismos, sin duda. Ya alejado el ogro, la clase en pleno soltó la carcajada, y muchos se pusieron a estornudar por burla.
-Niños -dijo severamente la señorita Italia-, nunca debemos burlarnos de los defectos físicos del prójimo. Y para aleccionarnos trajo al día siguiente, pues era repentista, la fábula que va a leerse y que felizmente guardo entre mil cuadernos escolares.
EL CANARIO Y EL JAMELGO
Cierto coche de punto, también puede llamárselo de plaza, que formaba conjunto con un jamelgo de raída traza, y un anciano cochero, en el pescante, detúvose delante de una pajarería en cuya puerta un canario, infatuado tenorino, con sutil artificio, sacaba dulce trino de melodías rico de su órgano bucal al orificio también llamado pico.
El equino aludido, cuyo nombre vulgar era "Pirincho", no con mala intención, de distraído, dejó escapar un natural relincho. (Expresión incorrecta, sea dicho, mas perdonable en tan humilde bicho.)
La gente que lo oyó, de baja estofa, elogiando al canario melodioso cubrió al jamelgo de improperio y mofa. Pasó el tiempo premioso, y ambas bestias murieron a su hora, y escuchad, niños, lo que viene ahora.
El canario, ya inútil, fue a parar a infecto muladar, y, en cambio, con las tripas del rocín hicieron varias cuerdas de violín, en que un artista joven interpretó a Mozart, Verdi, Beethoven.
MORALEJA
No desprecies, ¡oh, niño!, al que algún día estornudó en momento inadecuado, pues, como aquel caballo mal juzgado, puede esconder torrentes de armonía.
A nosotros nos gustó mucho la fábula.
Pero la señora directora no le permitió que se la mandara como desagravio al inspector, pues dijo que ciertas comparaciones podrían no ser bien interpretadas por éste.
Mi querida maestra fue una incomprendida en el ambiente educacional de su época: era una precursora.
Conrado Nalé Roxlo
jueves, 16 de octubre de 2014
Vox Dei
Vox Dei
Carlos Gardelini: guitarra y coros
Simón Quiroga: batería
Willie Quiroga: bajo y voz
Ex integrantes
Juan Carlos "Yody" Godoy: guitarra y voz
Ricardo Soulé: guitarra y voz
Rubén Baso alto: batería
Este grupo se inició en 1968 y resultó ser uno de los más trascendentes de la década de los '70.
El primer demo que grabaron fue "When a man loves a woman", de Percy Sledge. Jorge Alvarez, el productor del sello Mandioca, les organizó una prueba en el teatro Payró: «También estaban los de Manal y de Almendra, porque después tocaban juntos ahí.
Tocamos nosotros y nos fue bárbaro. Cuando nos vamos al camarín, viene un flaco, muy flaco, que nos dice: "loco, la banda suena un montón, pero ¿por qué teniendo todo el idioma, cantan en inglés?". Le dije: "sabés que tenés razón" y automáticamente ese día, mientras volvíamos en tren, empecé a hacer la traducción de las letras y empezamos a cantar en castellano.
Era Luis Alberto Spinetta, que siempre la pone justa» (Willy Quiroga, en E.Abalos, pág 80). Todavía no tenían definido el nombre de la banda: se presentaban como "Mach 4", pero al conocer a la gente del sello Mandioca, éstos le comentaron que no les terminaba de gustar. Así, Willy leyó la frase "vox populi, vox dei" y automáticamente lo sedujo.
Se lo propuso al resto de los músicos y terminó convenciéndolos: "bueno, se lo ponemos en forma provisoria y cualquier cosa, después se lo cambiamos". Y así quedó. Los primeros simples fueron "Azúcar amarga" (originalmente "Bitter Sugar"), "Quiero ser" y "Presente" (todos de 1969).
Una de sus primeras presentaciones fue en el Festival Beat de la Canción, en junio del '69. Para Mandioca grabaron "Caliente" (1970), el primer disco. Luego se concentraron en la creación de una obra conceptual que vería la luz en febrero de 1971. "La Biblia" marcó todo un hito en la historia del rock nacional y se convirtió en la máxima creación de Vox Dei en toda su carrera. Quiroga recuerda: «Teníamos miedo que se transformara todo en una payasada, incluso fuimos cuestionados por algunos que decían "cómo se atreven estos pelilargos a hacer La Biblia"». En el festival B.A.Rock presentaron un adelanto del material, la primera parte del "Génesis", aún sin letra. Tras registrar este trabajo, Yody Godoy se alejó del grupo, por "motivos personales". El Arzobispado, que había pedido revisar las letras, recomendó a la juventud que escuchara el disco. La presentación de La Biblia se hizo en el Teatro Alvear, con Ignacio Smilari en lugar de Godoy. A estos cuatro shows les siguió una gira por las capitales más importantes del interior. De regreso, Vox Dei quedó definitivamente constituído en un trío. En 1972 se re-editó el primer álbum y se grabó el tercero, "Jeremías, pies de plomo". Durante las presentaciones en vivo de este material se registró "La nave infernal" (1973) y, al poco tiempo, "Es una nube, no hay dudas", ya para una discográfica internacional. Tras "Vox Dei para Vox Dei" (1974), Ricardo Soulé anunció su alejamiento del grupo para dedicarse de lleno a su carrera solista. Carlos Michelini (guitarra) lo reemplazó en "Estamos en la pecera" (1975) y luego fue reemplazado por Raúl Fernández. Con esta alineación editaron "Ciego de siglos" (1976).
Bajo la dirección de Billy Bond, Raúl Porchetto, Sui Generis, Espíritu y otros grupos se unieron para grabar una remozada versión de La Biblia, sin siquiera invitar a sus autores. Soulé retornó en 1978 para "Gata de noche", debido a que su carrera no tenía mayor repercusión. Vox Dei retornó así al éxito, sobretodo en el interior del país. El siguiente proyecto fue "El Cid Campeador según Vox Dei": compusieron seis movimientos, los tocaron en vivo, pero la discográfica se negó a grabarlo. Las diferencias internas eran ya muy fuertes y decidieron entonces cumplir con el contrato que los ligaba hasta 1981 y luego separarse. Organizaron un recital despedida en Obras para terminar con la banda. Sin embargo, los "retornos" se hicieron frecuentes. En 1985 nominaron a Vox Dei para los premios Konex por su trayectoria en la música popular argentina. Soulé y Quiroga aprovecharon para reciclar "La Biblia", junto a Luis Valenti en teclados. La buena repercusión los llevó a editar un nuevo álbum, "Tengo razones para seguir" (1988).
En octubre de 1994 editaron un disco en forma independiente, "Sin darle ya más vueltas", que fue presentado en pequeños lugares. Por entonces, los seguidores de la banda eran principalmente jóvenes, por lo que debieron alejar los shows de la nostalgia para incursionar en un sonido más moderno. A fines de 1997, Soulé, Quiroga y Basoalto recrearon nuevamente "La Biblia", con Andrés Calamaro, Fito Páez y Alejandro Lerner como invitados especiales. «En 1971 salió como se pudo. Ahora tenemos la posibilidad de grabarla en su totalidad y tal como fue concebida. Nos llevó 27 años, pero a otros les fue peor», destaca Soulé.
En el 2002, Willy Quiroga (bajo y voz) y Rubén Basoalto (batería) rearmaron nuevamente el grupo, junto a Carlos Gardellini (guitarra). «Nosotros estamos tocando todos los fines de semana, -comentaba Quiroga- presentando el resultado de 35 años de trabajo. Vox Dei no está ni en la cresta de la ola ni está para hacer el Opera o el Gran Rex. Pero donde vamos la gente nos va a ver». La banda salió de gira por todo el país y muchísimas iglesias del interior les abrieron la puerta para que interpretaron ahí su obra cumbre. En el 2005 lanzaron "En el camino", un nuevo disco.
"Habla un poco de nosotros, -dice Quiroga- los argentinos, que tenemos que encontrar un camino común hacia un lugar que está en nuestras intenciones y en nuestra imaginación. Un lugar donde hay respeto por los mayores, un país manejado por gente hábil y útil, y no por los intereses personales". Rubén Basoalto murió el 3 de noviembre de 2010, luego de una enfermedad. En 2013, tras varios cambios de integrantes, Quiroga, Soulé y Yodi Godoy decidieron limar asperezas para volver a tocar juntos: el 15 de octubre se presentaron en el estadio Luna Park.
Fuente http://www.rock.com.ar/artistas/vox-dei
Carlos Gardelini: guitarra y coros
Simón Quiroga: batería
Willie Quiroga: bajo y voz
Ex integrantes
Juan Carlos "Yody" Godoy: guitarra y voz
Ricardo Soulé: guitarra y voz
Rubén Baso alto: batería
Este grupo se inició en 1968 y resultó ser uno de los más trascendentes de la década de los '70.
El primer demo que grabaron fue "When a man loves a woman", de Percy Sledge. Jorge Alvarez, el productor del sello Mandioca, les organizó una prueba en el teatro Payró: «También estaban los de Manal y de Almendra, porque después tocaban juntos ahí.
Tocamos nosotros y nos fue bárbaro. Cuando nos vamos al camarín, viene un flaco, muy flaco, que nos dice: "loco, la banda suena un montón, pero ¿por qué teniendo todo el idioma, cantan en inglés?". Le dije: "sabés que tenés razón" y automáticamente ese día, mientras volvíamos en tren, empecé a hacer la traducción de las letras y empezamos a cantar en castellano.
Era Luis Alberto Spinetta, que siempre la pone justa» (Willy Quiroga, en E.Abalos, pág 80). Todavía no tenían definido el nombre de la banda: se presentaban como "Mach 4", pero al conocer a la gente del sello Mandioca, éstos le comentaron que no les terminaba de gustar. Así, Willy leyó la frase "vox populi, vox dei" y automáticamente lo sedujo.
Se lo propuso al resto de los músicos y terminó convenciéndolos: "bueno, se lo ponemos en forma provisoria y cualquier cosa, después se lo cambiamos". Y así quedó. Los primeros simples fueron "Azúcar amarga" (originalmente "Bitter Sugar"), "Quiero ser" y "Presente" (todos de 1969).
Una de sus primeras presentaciones fue en el Festival Beat de la Canción, en junio del '69. Para Mandioca grabaron "Caliente" (1970), el primer disco. Luego se concentraron en la creación de una obra conceptual que vería la luz en febrero de 1971. "La Biblia" marcó todo un hito en la historia del rock nacional y se convirtió en la máxima creación de Vox Dei en toda su carrera. Quiroga recuerda: «Teníamos miedo que se transformara todo en una payasada, incluso fuimos cuestionados por algunos que decían "cómo se atreven estos pelilargos a hacer La Biblia"». En el festival B.A.Rock presentaron un adelanto del material, la primera parte del "Génesis", aún sin letra. Tras registrar este trabajo, Yody Godoy se alejó del grupo, por "motivos personales". El Arzobispado, que había pedido revisar las letras, recomendó a la juventud que escuchara el disco. La presentación de La Biblia se hizo en el Teatro Alvear, con Ignacio Smilari en lugar de Godoy. A estos cuatro shows les siguió una gira por las capitales más importantes del interior. De regreso, Vox Dei quedó definitivamente constituído en un trío. En 1972 se re-editó el primer álbum y se grabó el tercero, "Jeremías, pies de plomo". Durante las presentaciones en vivo de este material se registró "La nave infernal" (1973) y, al poco tiempo, "Es una nube, no hay dudas", ya para una discográfica internacional. Tras "Vox Dei para Vox Dei" (1974), Ricardo Soulé anunció su alejamiento del grupo para dedicarse de lleno a su carrera solista. Carlos Michelini (guitarra) lo reemplazó en "Estamos en la pecera" (1975) y luego fue reemplazado por Raúl Fernández. Con esta alineación editaron "Ciego de siglos" (1976).
Bajo la dirección de Billy Bond, Raúl Porchetto, Sui Generis, Espíritu y otros grupos se unieron para grabar una remozada versión de La Biblia, sin siquiera invitar a sus autores. Soulé retornó en 1978 para "Gata de noche", debido a que su carrera no tenía mayor repercusión. Vox Dei retornó así al éxito, sobretodo en el interior del país. El siguiente proyecto fue "El Cid Campeador según Vox Dei": compusieron seis movimientos, los tocaron en vivo, pero la discográfica se negó a grabarlo. Las diferencias internas eran ya muy fuertes y decidieron entonces cumplir con el contrato que los ligaba hasta 1981 y luego separarse. Organizaron un recital despedida en Obras para terminar con la banda. Sin embargo, los "retornos" se hicieron frecuentes. En 1985 nominaron a Vox Dei para los premios Konex por su trayectoria en la música popular argentina. Soulé y Quiroga aprovecharon para reciclar "La Biblia", junto a Luis Valenti en teclados. La buena repercusión los llevó a editar un nuevo álbum, "Tengo razones para seguir" (1988).
En octubre de 1994 editaron un disco en forma independiente, "Sin darle ya más vueltas", que fue presentado en pequeños lugares. Por entonces, los seguidores de la banda eran principalmente jóvenes, por lo que debieron alejar los shows de la nostalgia para incursionar en un sonido más moderno. A fines de 1997, Soulé, Quiroga y Basoalto recrearon nuevamente "La Biblia", con Andrés Calamaro, Fito Páez y Alejandro Lerner como invitados especiales. «En 1971 salió como se pudo. Ahora tenemos la posibilidad de grabarla en su totalidad y tal como fue concebida. Nos llevó 27 años, pero a otros les fue peor», destaca Soulé.
En el 2002, Willy Quiroga (bajo y voz) y Rubén Basoalto (batería) rearmaron nuevamente el grupo, junto a Carlos Gardellini (guitarra). «Nosotros estamos tocando todos los fines de semana, -comentaba Quiroga- presentando el resultado de 35 años de trabajo. Vox Dei no está ni en la cresta de la ola ni está para hacer el Opera o el Gran Rex. Pero donde vamos la gente nos va a ver». La banda salió de gira por todo el país y muchísimas iglesias del interior les abrieron la puerta para que interpretaron ahí su obra cumbre. En el 2005 lanzaron "En el camino", un nuevo disco.
"Habla un poco de nosotros, -dice Quiroga- los argentinos, que tenemos que encontrar un camino común hacia un lugar que está en nuestras intenciones y en nuestra imaginación. Un lugar donde hay respeto por los mayores, un país manejado por gente hábil y útil, y no por los intereses personales". Rubén Basoalto murió el 3 de noviembre de 2010, luego de una enfermedad. En 2013, tras varios cambios de integrantes, Quiroga, Soulé y Yodi Godoy decidieron limar asperezas para volver a tocar juntos: el 15 de octubre se presentaron en el estadio Luna Park.
Fuente http://www.rock.com.ar/artistas/vox-dei
lunes, 13 de octubre de 2014
Poema Mi Oración A Todas Horas de Estanislao del Campo
Señor mío Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
a quien, aunque nunca he visto
con fe profunda venero:
heme postrado de hinojos
ante tu altar esplendente,
alzando a Ti de mis ojos
la mirada reverente;
humilde el suelo besando,
dándome golpes de pecho,
con cilicios macerando
mis piernas de trecho en trecho;
cubierto de cardenales
de faz ancha y purpurina,
que me sacan los ramales
de esta dura disciplina;
con el rostro macilento
por causa de ayuno tanto,
y entrecortado el acento
por el más amargo llanto;
suplicándote, Señor,
por la sangre que vertiste
para ser el Redentor
del mundo que redimiste;
y rogándote, Señor,
en fervorosa oración,
que siendo mi Criador
impidas mi destrucción.
Y pues misericordioso
infinitamente eres, líbrame,
Jesús piadoso, del álbum de las mujeres.
El álbum, Señor, es peste
que no habrá quien la sofoque
si desde el reino celeste
no nos mandas a San Roque.
Líbrame, Señor,
ya que eres la fuente de todo bien,
del álbum de las mujeres,
por siempre jamás, amén.
Estanislao Del Campo
Dios y hombre verdadero,
a quien, aunque nunca he visto
con fe profunda venero:
heme postrado de hinojos
ante tu altar esplendente,
alzando a Ti de mis ojos
la mirada reverente;
humilde el suelo besando,
dándome golpes de pecho,
con cilicios macerando
mis piernas de trecho en trecho;
cubierto de cardenales
de faz ancha y purpurina,
que me sacan los ramales
de esta dura disciplina;
con el rostro macilento
por causa de ayuno tanto,
y entrecortado el acento
por el más amargo llanto;
suplicándote, Señor,
por la sangre que vertiste
para ser el Redentor
del mundo que redimiste;
y rogándote, Señor,
en fervorosa oración,
que siendo mi Criador
impidas mi destrucción.
Y pues misericordioso
infinitamente eres, líbrame,
Jesús piadoso, del álbum de las mujeres.
El álbum, Señor, es peste
que no habrá quien la sofoque
si desde el reino celeste
no nos mandas a San Roque.
Líbrame, Señor,
ya que eres la fuente de todo bien,
del álbum de las mujeres,
por siempre jamás, amén.
Estanislao Del Campo
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