aura cuatro o cinco noches,
vide una fila de coches
contra el tiatro de Colón.
La gente en el corredor,
como hacienda amontonada,
pujaba desesperada
por llegar al mostrador.
Allí a juerza de sudar,
y a punta de hombro y de codo,
hice, amigazo, de modo
que al fin me pude arrimar.
Cuando compré mi dentrada y di güelta...
¡Cristo mío! estaba pior el gentío
que una mar alborotada.
Era a causa de una vieja
que le había dado el mal...
-Y si es chico ese corral
¿ a qué encierran tanta oveja? "
Estanislao del Campo ( fragmento)

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